Los presuntos responsables son de Villa Gobernador Gálvez y Rosario. Investigan conexión con la mafia china.
Dos hombres fueron detenidos anoche acusados de protagonizar un violento acto de amedrentamiento contra comerciantes de nacionalidad china en la localidad de Pueblo Esther.
Según las primeras versiones, esas personas arrojaron una granada de gas lacrimógeno dentro de un supermercado para obligar a sus dueños a pagar cincuenta mil dólares a cambio de seguridad.
Fuentes policiales indicaron a La Capital que el hecho ocurrió poco antes de las 19 en un local ubicado en San Martín y Alberdi, de esa localidad ubicada a 30 kilómetros al sur de Rosario. Según las primeras informaciones, dos hombres se presentaron en el lugar y arrojaron una granada de gas lacrimógeno en el interior del negocio para inmediatamente después huir en un automóvil.
La denuncia realizada a la policía, concretamente en la subcomisaría 15 y en la Sección neutralización de Explosivos, permitió poco después detener a los presuntos autores del ataque.
Según fuentes policiales, fueron capturados en Alberdi y San Luis de esa población mientras se encontraban a bordo de un Renault Megane.
Fueron identificados como Cristian L., de 23 años, y oriundo de Villa Gobernador Gálvez, y Sergio T. de 57, domiciliado en Rosario. Según trascendió de la declaración que realizó el propietario del supermercado, Li Jian Hui, estas personas al parecer lo extorsionaban pidiéndole que entregue 50 mil dólares por mes "a cambio de protección".
Las personas detenidas quedaron a disposición de la Fiscalía de Flagrancia y se investiga qué conexiones podrían tener con la llamada mafia china.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.
Los padres de alumnos de una escuela de Eldorado, Misiones, se enteraron horas antes de la graduación que el salón estaba impago. Romina Enriquez, la denunciada, reconoció que gastó el dinero en apuestas: "Tengo problemas con el casino"