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Negó ser proxeneta: declaró el propietario de La Rosa

El Indio Blanco prestó indagatoria ante la jueza Rodenas. Según su abogado está descartada la cuestión de la trata y su defendido, que sigue detenido, no lucraba con los servicios sexuales de las alternadoras.

Que La Rosa es de él, que el hotel que está al lado también, pero que si las chicas llevan a sus clientes de un lugar a otro es una decisión que lo excede y que no se queda con ningún tipo de comisión de la tarifa que ellas cobran por su trabajo sexual. E

Que La Rosa es de él, que el hotel que está al lado también, pero que si las chicas llevan a sus clientes de un lugar a otro es una decisión que lo excede y que no se queda con ningún tipo de comisión de la tarifa que ellas cobran por su trabajo sexual. E

Que La Rosa es de él, que el hotel que está al lado también, pero que si las chicas llevan a sus clientes de un lugar a otro es una decisión que lo excede y que no se queda con ningún tipo de comisión de la tarifa que ellas cobran por su trabajo sexual. Esto fue, en síntesis, lo que Juan Cabrera –alias el Indio Blanco– le dijo a la jueza Alejandra Rodenas, en la declaración indagatoria que prestó este lunes al mediodía enTribunales, en el marco de la causa en la que está imputado por facilitamiento de la prostitución con ánimo de lucro.

Cabrera sigue detenido luego de la declaración y su abogado, Paul Krupnick, le dijo al periodista Sergio Roulier en el programa La primera de la tarde, de Radio 2, que esperará a que se produzcan algunas medidas probatorias y que presten testimonio, entre otros, las trabajadores de La Rosa –algunas de las cuales fueron a Tribunales en apoyo al Indio– para pedir laliberación de su defendido.

Krupcnick sostuvo que “ya está descartado” que haya habido trata de personas o “esclavitud sexual” y relató que su cliente le dejó en claro a la jueza quelas chicas que trabajaban en La Rosa lo hacían por su propia voluntad, con contratos avalados en el Instituto de la Mujer. “La Municipalidad estaba al tanto de que estas chicas trabajaban como alternadoras o coperas. No había ninguna situación de coacción, ni amenazas, ni abuso autoridad”, enfatizó.

Según el letrado, Cabrera “explicó esto y también que el hotel lindero lo explota comercialmente, pero que bajo ningún punto de vista lucra con lo que las chicas pactan con el cliente”, es decir “con el ejercicio de la prostitución que eventualmente realizan”.

Además, dijo que no hay una conexión física entre la whiskería y el hotel –“para entrar al hotel se debe salir primero” de La Rosa– y que explota ambos negocios “pero como rubros comerciales separados”.

El detalle no es menor: fue justamente la certeza de que las chicas iban desde La Rosa al hotel lo que llevó a la jueza Rodenas a dar inicio al operativo del sábado a la madrugada en el que se clausuró la whiskería y se detuvo a Cabrera, pues eso dio crédito a la sospecha de que había facilitamiento de la prostitución. Además, los investigadores detectaron una conexión por arriba entre ambos lugares, que tienen una misma entrada de luz ycable y una misma cuenta de Aguas.

Pero Krupnick sostuvo que no había un pasaje por donde las chicas pudieran ir directamente al albergue y agregó que “si eventualmente alguna copera decidía ir a tener relaciones al hotel lindero al bar, que está habilitado, se le cobraba la tarifa” al cliente.

En su declaración, dijo, el Indio Blanco “le aclaró perfectamente a la jueza que no tenía injerencia en la tratativa” entre una chica y su cliente y “tampoco retenía ningún porcentaje a la alternadora”.

Fuente: Rosario 3

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