La Municipalidad de Pueblo Esther invita a toda la comunidad a ser parte activa de la campaña “En #PuebloEsther NO queremos pirotecnia”. La iniciativa, que busca sensibilizar sobre los efectos negativos de la pirotecnia, propone confeccionar y colocar moños o distintivos azules en los portales de las viviendas, como símbolo de apoyo.
Esta acción, inspirada en propuestas de otras provincias y promovida originalmente por familias de niños y niñas con autismo, cuenta con el respaldo de diversas instituciones locales: Bomberos Voluntarios, Patitas de Pueblo Esther, La Rinconada, Rincón Ecuestre, Granja Soles, Inclusión Pueblo Esther, Somos Tikins, Tocadiscos Salud Mental, Biblioteca José Pedroni, Mujer Raíz, CLESAPE y la Municipalidad de Pueblo Esther.
Los estragos de la pirotecnia
Las personas con autismo, debido a su hipersensibilidad auditiva, enfrentan graves consecuencias por los estruendos generados por la pirotecnia: taquicardias, sudoración, estados de nerviosismo crítico, convulsiones e incluso ataques cardíacos. En situaciones extremas, pueden llegar a autolesionarse en un intento de aliviar su angustia.
Los efectos negativos de esta práctica también se extienden a:
Animales: Tanto animales de compañía como fauna urbana sufren estrés y pérdida de orientación.
Ambiente: La pirotecnia contamina el aire y genera residuos peligrosos.
Personas vulnerables: Bebés, ancianos y quienes padecen cardiopatías también son gravemente afectados.
¡Llenemos la ciudad de moños azules!
El distintivo azul simboliza empatía y solidaridad, y es un llamado a construir una comunidad inclusiva donde las fiestas sean motivo de alegría para todos y todas. Sumate a esta causa confeccionando tu propio moño del material que prefieras y colocándolo en el portal de tu hogar.
En los próximos meses Litoralgas conectará la localidad al sistema nacional de gas natural. El día de la conexión inspeccionará las instalaciones internas de todos los domicilios. Los clientes de la empresa deben realizar la revisión previa con un gasista matriculado.
La medida, que afectará a unos 600 trabajadores, responde a la caída en la demanda regional y al ingreso de autos chinos en el mercado brasileño. En junio la planta ya frena por mantenimiento y vacaciones.