Hubo un estallido por una pérdida de gas en un edificio donde un gasista cambiaba el regulador. "Terrorífica, nunca visto", describió un rescatista. Dramático auxilio de los vecinos que estaban en el edificio destruido.
Los bomberos trabajan en el lugar para sofocar las llamas del incendio en el edificio. Foto: N. Juncos. La Capital
Rosario.- Una tremenda explosión en un edificio de Salta entre Oroño y Balcarce se sintió en gran parte de la ciudad. El estallido se produjo por una pérdida en una válvula de gas de un edificio, que se incendió y seguía en parte en llamas una hora y media después de la explosión. Se vivían escenas desesperadas: al menos cinco personas murieron y había decenas de heridos, entre ellos niños. Muchos vecinos que no podían salir pedían auxilio desde los balcones, mientras bomberos y policías realizaban tareas de rescate, que se dificultaban por la gran cantidad de escombros en la cuadra que les complicaba desplegar la escalera. A las 13, perros especialmente entrenados buscaban sobrevivientes entre los restos del edificio destruido. Ya a los 14.30 se creía que no había más sobrevivientes y temían encontrar más víctimas fatales. A esa hora ya había llegado a la ciudad un equipo de la Nación, especialmente entrenado. "Terrorífico, nunca visto; como si fuera una guerra", describió un rescatista de la brigada canina de la Unidad Regional II.
Para colmo, según explicó Litoral Gas, no se podía cortar el gas sin hacer un pozo en Salta y Oroño y Salta y Balcarce, por lo cual había riesgo de explosiones. Finalmente esa tarea se terminó antes de las 13, unas tres horas después del siniestro. También se temía algún derrumbe. Por lo cual urgieron a despejar la zona de vecinos y curiosos. Investiga el caso el juzgado correccional número 7, a cargo de Juan Curto, que estaba presente en el lugar durante las tareas de rescate.
El primer saldo de víctimas lo dio el secretario de Salud de la Municipalidad, Leonardo Caruana. Dijo que una chica de unos 21 años murió en el Hospital Centenario y había varios heridos, algunos de ellos en estado grave. Horas después la policía informó el fallecimiento de una persona adulta identificada como Adriana Mattaloni, dueña de un negocio de cuadros que directamente se vino abajo. A las 13.30 el ministro de Salud, Miguel Cappiello, hizo saber que eran cinco las víctimas fatales y más de 50 los heridos; pero luego el dato del ministro dio cuenta de que ya eran 6 las víctimas fatales. La información se centralizaba en el Cemar, de San Luis y Moreno.
En el edificio, dos torres pegadas según un vecino, había 63 departamentos. Una de ellas quedó casi totalmente derrumbada.
Una primera versión indicaba que lo que explotó fue una caldera. Pero luego se aclaró que en el edificio no existía ese sistema. El yerno del portero dijo que un operario estaba cambiando el regulador de gas en planta baja y que al abrir la llave se produjo directamente la salida de un chorro de gas. Es más el operario salió corriendo a advertir de la situación y pedir auxilio. El portero alcanzó a escapar y estaba en shock, pero se encontraba sano y salvo.
El edificio donde se produjo la explosión quedó como si hubiera sido bombardeado. Al menos otros dos edificios linderos tenían daños de consideración y estaban en situación comprometida. "Me hizo acordar al atentado a la Amia", dijo un testigo. En la calle, llena de vidrios y escombros, el panorama era dantesco.
Desde la zona norte a la Siberia se sintió el estallido, cerca de las 9.30. También en el oeste, a la altura de la Circunvalación.
En el lugar había fuego, era un verdadero desastre. Vidrios, material y persianas estaban esparcidos hasta a cien metros del edificio. Parecíoa Kosovo. "Fue una bomba", describió Javier Di Napoli, periodista de Rosario3.com, que vive justo enfrente del edificio donde se produjo la explosión.
Bomberos y policías trabajaban con desesperación para rescatar a las personas atrapadas en el edificio. Vecinos se asomaban a las ventanas del edificio de Salta al 2100 para pedir ayuda, pues había fuego en el edificio, en el primer piso y la planta baja. Algunos pudieron salir por el techo supermercado La Gallega, que está al lado. Era un cuadro desgarrador, con escenas de pánicos nunca vistas en la ciudad. También había derrumbes en varias propiedades linderas.
Bomberos zapadores intentaban sacar a los vecinos con una escalera. Buscaban hacerlo desde el supermercado La Gallega de Oroño y Salta.
En el lugar trabajaban bomberos, policías y servicios de emergencia. Pedían a la gente que despejara la zona para poder realizar las tareas de rescate.
"El edificio está como derretido", describían los testigos. El humo continuaba viéndose desde los alrededores.
En las cuadras cercanas estallaron también vidrios de departamentos y negocios.
Las redes sociales explotaron de testimonios de gente que decía que tembló el edificio en el que vivían, que vibraron los vidrios.
Estos testomonios llegaban del centro, pero también de la zona de la terminal de ómnibus y hasta la Siberia.