Se trata de Piluso, que pertenecía a Carlos López, una de las víctimas de Salta 2141. Dejó de funcionar la semana pasada, sin previo aviso, y más de 20 trabajadores quedaron en la calle. Se habla de una venta
Rosario.- El conocido bar Piluso (Alvear y Catamarca) cerró esta semana sus puertas, a poco de cumplirse dos meses de la tragedia de calle Salta, donde una de las 21 víctimas fatales fue el propietario del lugar, Carlos López. Y la noticia del cese de actividades generó la lógica preocupación de los empleados, más allá de la versión sobre una venta de la llave de negocio para continuar con el rubro.
“Nos enteramos por los mismos clientes que iban a cerrar. Acá nos lo negaron pero llegamos el jueves y estaba cerrado”, relató Juana, encargada de cocina, al móvil de Radio 2.
Agregó que la hermana del fallecido empresario, quien se hizo cargo de la firma apenas ocurrida la fatal explosión y el derrumbe del 6 de agosto, “era una persona de confianza, pero después se presentó la ex mujer” con un cuerpo de abogados y sin mediar explicaciones los derivó a hablar con supuestos compradores.
“Nos hizo tratar con gente que ni conocemos. Y éstos nos dijeron: «Si quieren cobrar, que vayan a cobrarle al muerto», con lo que ni siquiera tuvieron respeto”, se quejó la mujer, empleada desde hace más de seis años en el emblemático bar de Pichincha.
Además se quejó: “Somos más de 20 personas que nos quedamos sin trabajo y sin un peso, porque acá trabajábamos y cobrábamos día por día”.
Los trabajadores se reunieron este lunes con representantes sindicales, quienes se pusieron a disposición, mientras también surgió la versión de que correría la misma suerte otro restobar que era del mismo dueño.
Carlos López murió en la tragedia de Salta 2141. Tenía 40 años y vivía en uno de los edificios del complejo siniestrado. Se cree que aún dormía al momento del estallido y a las pocas horas su cuerpo fue encontrado sin vida.
Con 46 casos confirmados y probables en lo que va de 2025, Santa Fe es la segunda provincia más afectada después de Buenos Aires. El sur provincial suma riesgo tras las inundaciones por la tormenta de Santa Rosa
El inicio, poco antes del mediodía de este jueves, fue en una playa de estacionamiento de camiones cerca del centro urbano de la ciudad ubicada a unos 52 kilómetros de Rosario. El combustible encendido comenzó a derramarse por la zona.
Alejandra, la titular de Sophies Pattiserie, denunció el miércoles que ocho jóvenes consumieron en el bar, pero la estafaron. Este jueves, una de las implicadas fue al local y pagó la cuenta.
La masiva caravana partió desde la planta “General Savio” (ex-Somisa) y copó el centro de la ciudad en rechazo al apagado del alto horno, los despidos y la precarización laboral que enfrentan más de 1.200 obreros tercerizados del Grupo Techint.