Tras ser removido por la Santa Sede ni siquiera puede asegurar si estará en la procesión a San Lorenzo, el 1º de junio. El ahora ex arzobispo de Rosario por fin admitió que sabía de su desplazamiento.
Rosario.- Recién ahora, después de cinco meses, el ya ex arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, admitió que sabía que iba a ser desplazado. Así lo confirmó el propio prelado al decir: "Eso siempre se va avisando, se va conociendo". De este modo, escueto, pero claro, respondió en las últimas horas sobre su futuro pastoral. Y hasta graficó el actual panorama de profundos cambios con otra frase que no deja dudas de que él no es artífice de su propio destino. "Todo está en manos del Papa", subrayó.
Las dudas que marcan que su más próximo devenir está atado a las decisiones de Francisco ni siquiera le posibilitan conocer a Mollaghan si estará presente en la próxima peregrinación a San Lorenzo, que se realizará dentro de muy pocos días, el 1º de junio. Se trata de una procesión que siempre lo tuvo más que presente en todo sentido.
Por estas horas, el ya designado administrador apostólico del arzobispado (hasta que se conozca su sucesor), según la Santa Sede, parece estar pensando más en hacer las valijas que en otra cuestión, aunque prefiere aparentar que aún tiene trabajo en la arquidiócesis local.
La agencia católica Aica, a través del nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, hizo público que el destino inmediato de Mollaghan es formar parte de una comisión "en fase de creación" para el examen de las apelaciones de eclesiásticos acusados o condenados por "delicta graviora" (delitos graves) en la Congregación para la Doctrina de la Fe. "Sí, tuve conocimiento de que el Papa quería asignarme para trabajar sobre los recursos de apelaciones en relación a las cuestiones más graves", admitió el hasta hace poco arzobispo en diálogo con Radio del Rosario, la FM que depende del Arzobispado. La idea, según el propio ex titular de la diócesis rosarina es "cubrir" el cargo con su "modesto servicio" en un tema "muy específico".
"¿Se enteró esta mañana o ya tenía la información?", preguntó la periodista especializada Denis Cardozo. "Esto siempre se va avisando, se va conociendo", respondió sin medias tintas antes de aclarar: "El momento, el día y la hora los sabe el Papa". Mollaghan se refería así a sus próximos pasos que, casi con seguridad, lo obligarán a abandonar Rosario y, por ende, su casa de Córdoba 1677.
Aun así, insistió en que su deseo es permanecer "en la patria". Es que la nueva función del prelado "tiene que ver con la aplicación del derecho y la revisión de causas; sin dudas habrá viajes, pero muchas cosas se pueden facilitar a la distancia", sostuvo al momento de demostrar su intención de trabajar en el futuro desde Rosario. "Mi deseo es seguir acá, por la cercanía con la gente, algo que no se olvida. Porque uno puede continuar sirviendo también a través de otra tarea", abundó.
En voz baja y no tanto, en la diócesis rosarina se adjudica el nombramiento de Mollaghan en la Congregación para Doctrina de la Fe a los efectos de una investigación encargada el año pasado por la Santa Sede, cuyo informe final nunca tomó estado público. Sin embargo, siempre se dijo que había sido encargado para analizar presuntas irregularidades en el manejo de fondos, denuncias de algunos laicos y sacerdotes que referían situaciones de "maltrato" y supuestos "problemas psiquiátricos" de Mollaghan. En este contexto, el sacerdote Osvaldo Bufarini se declaró en bancarrota luego de que se conociera que libró 317 cheques sin fondos. Separado de su labor parroquial luego de presuntos desmanejos por una deuda de 2 millones de pesos, Bufarini se encuentra hoy recluido en una capilla de Tablada (ver aparte).
Saludos. Expectante de su futuro y siguiendo de cerca el caso del ex titular de Cáritas, Mollaghan recibe por estas horas el saludo y las muestras de cariño de sus más íntimos allegados, aunque señala que todavía debe abocarse a las cuestiones de la arquidiócesis a través del nuevo cargo de administrador apostólico que ostenta.
"Mucha gente se está acercando, pero todavía queda tiempo" en la actual tarea. De todos modos, esta afirmación evidencia una contradicción: "Nos veremos, entonces, para la peregrinación a San Lorenzo del 1º de junio", afirmó la periodista. "Si Dios quiere; todo está en manos del Papa", respondió. Ni más ni menos.
El sucesor
“Hay que hacer consultas y enviar una terna (al Vaticano) para que luego el Papa elija un sucesor”, dijo Mollaghan sobre el futuro obispo.
El sacerdote Osvaldo Bufarini, ex presidente de Cáritas Rosario, se presentó en bancarrota tras librar más de 310 cheques sin fondos. Un caso que podría pasar a la justicia penal.
El papa Francisco dispuso su alejamiento de la arquidiócesis local para sumarlo a la Congregación por la Doctrina de la Fe que desde la Santa Sede vigila la pureza de la doctrina católica. ¿Premio o salida elegante?