Silvio Díaz desafió a los padres de la víctima y a los testigos, y casi es linchado. En el hospital se golpeó la cara contra la pared para evitar que le hicieran un hisopado en la nariz. También protagonizó incidentes en tribunales
No lo pudo evitar. Cuando llegó al hospital San Martín de la ciudad entrerriana de Paraná, Silvio Díaz se golpeó la cara contra la pared para que le sangre la nariz. Acababa de atropellar a dos nenas de 6 y 11 años, el menor de los cuales murió. Pero la jugada no le sirvió para evitar que le efectuaran un hisopado en las fosas nasales, que finalmente determinó que había consumido cocaína. Además, el resto de los peritajes arrojaron que tenía un nivel "altísimo" de alcohol en sangre, según una fuente judicial.
Díaz, de 39 años y dueño de una agencia de autos usados, tiene antecedentes por circular a alta velocidad y protagonizó varios accidentes de tránsito, en uno de los cuales resultó con lesiones de gravedad.
Esta vez, según la concejal Roxana Villagra, tía de las víctimas, Díaz venía a más de 100 kilómetros por hora. "Estuvo toda la madrugada dando vueltas porque estaba festejando su cumpleaños 40 y ya había pasado semáforos en rojo a toda velocidad, según comentó un remisero", contó la edil, quien criticó a un empleado municipal que estaba frente a la escuela y no intentó detenerlo, pese a que venía a alta velocidad.
Finalmente, el Volkswagen Voyage plateado que conducía Díaz intentó esquivar a un auto que salía de una cochera, atropelló a los niños, chocó otros autos y volcó.
Díaz quedó atrapado en su vehículo, pero logró salir por sus propios medios. Ya en la calle, desafió a los padres de las víctimas y a los testigos, que lo quisieron linchar. Lo salvó la policía.
Primero lo llevaron al hospital y luego a la alcaldía. Allí protagonizó nuevamente incidentes.
El menor de los atropellados murió camino al hospital, mientras que su hermano se recupera de una fractura en la pierna izquierda, por la que fue operado y enyesado.
Mientras, sus padres organizaron ayer una marcha frente a los Tribunales de Paraná, donde pidieron justicia por su hijo. , "No fue un accidente sino un homicidio, provocado por una persona que destrozó a una familia", sentenció la concejal, que participó de la manifestación.