Miles de personas se dieron cita a orillas del Paraná para rendirle un merecido apoyo al equipo argentino, que perdió la final del Mundial ante Alemania.
Rosario.- Orgullo. No cabe otra palabra. Fue el sentimiento que transmitieron las miles de personas que se dieron cita esta tarde-noche en el Monumento a pesar de que el sueño de ver a Argentina campeón del mundo no se concretó.
No hubo críticas, insultos o quejas de que no se había dado todo. Por el contrario, las voces que podían escucharse eran de agradecimiento, de reconocimiento, de valorización. Es que este equipo de Alejandro Sabella, como bien definió El Jefe Mascherano, dio todo lo que podía dar. No se guardó nada.
Y los rosarino supieron verlo, con un grado de madurez muy positivo. "Orgullo, viejo, orgullo. No te puedo decir otra cosa. Pudimos ganarlo, los jugadores dejaron todo y no les podemos reprochar nada", dijo un muchacho con un gorro de arlequín en la base del Monumento.
Tampoco extrañó ver la avenida Pellegrini repleta de vehículos embanderados y de gente gritando y cantando en las veredas.
"Jugamos un partidazo, tuvimos por lo menos tres ocasiones y no nos cobaron un penal claro", sostenía un muchacho de buzo verde.
"El fútbol es pasión, despierta esto, que chicos, señoras y señores vengan a festejar", decía otro señor de lentes.
"Vi el partido con mi hermano y vinimos a festejar. No entiendo mucho de fútbol pero no importa", decía una jovencita emponchada en una gran bandera.
La gente en la vereda aprovechaba cada vez que el semáforo se ponía en rojo para bajar a la calle, saltar unos segundos y volver, estampando una gran mancha celeste y banca sobre el pavimento.
No fue el delirio de días anteriores, como el 9 de Julio, cuando cada rincón de la ciudad se tiñó y la argentinidad estuvo más al palo que nunca.
Pero quizás sí fue un acto de grandeza de los rosarinos haber salido, no ya a festejar, sino a reconocerle a los jugadores de la selección el haber dejado todo. Algo que siempre se les exige a los deportistas de alta competencia como estos futbolistas.
Pero, jugadores, pueden quedarse tranquilos. La gente rara vez se equivoca. Y este clamor popular de los rosarinos reconociéndoles el esfuerzo es quizás el mejor premio con el que se pueden llevar.
El seleccionado argentino de fútbol perdió ante su par de Alemania por 1 a 0 en la final de la Copa del Mundo. El tanto del nuevo campeón del mundo lo marcó Goetze a los 7' del segundo tiempo del suplementario.