Bajo el sol abrazador del mediodía, unos 200 productores agropecuarios del sur de Santa Fe hicieron visible su malestar por la suba de las retenciones en una protesta que realizaron frente al Monumento a la Bandera de Rosario, el mismo lugar que en mayo de 2008 congregó a unas 200.000 personas que pidieron la derogación de la resolución 125 de retenciones móviles que desató una pelea con la expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Kirchner.
Ricardo Formento, un pequeño productor agropecuario de la zona cercana a Cañada de Gómez, recordaba hoy esa multitud de 2008 que "logró dar vuelta" esa historia. "Hoy podríamos ser más, pero sabemos que la semilla tiene que germinar y crecer, siempre y cuando el Gobierno no reflexione y de marcha atrás con estas medidas", dijo. "Va a ocurrir lo que sucede siempre que se toca el precio y no a la renta, la producción va a caer", reflexionó el productor.
Con camionetas estacionadas en la calle frente al Monumento a la Bandera, detrás estaban los tractores, y a unos metros de allí, en la vereda, se había conformado un círculo de un centenar de productores de la zona donde cada uno que tomaba el micrófono advertía sobre las consecuencias que causará el incremento de las retenciones, del 24,7 al 30 por ciento para la soja y del 6,7 al 12 por ciento al trigo y el maíz, entre otros productos.
La mayoría eran productores pequeños y medianos de la región, rica en rindes en establecimientos que están a menos de 100 kilómetros de los puertos exportadores. Habían llegado hasta allí con sus camionetas y tractores por las rutas A012 y la 34 desde distintos puntos de la provincia.
Dieter Vonpannitz, chacarero de la zona cercana entre Correa y Carcarañá, tomó el micrófono y durante unos 10 minutos realizó una detallada descripción de la realidad de los productores pequeños y medianos. Dieter no sólo se refirió al complejo escenario que provoca el incremento del impuesto a las exportaciones, sino también el difícil panorama que asoma con los distintos precios del dólar.
"Vamos a vender nuestra producción con un dólar a 43 pesos. En teoría los insumos que vamos a comprar tienen un precio a un dólar a 63 pesos, pero sabemos que van a empezar a escasear los productos con ese valor. Los vamos a tener que comprar con un precio que cotiza al valor del dólar blue de 83 pesos. Es decir, el doble. No se dan cuenta que esto es inviable", afirmó el productor empapado en sudor, quien pidió al Gobierno que "vean los números verdaderos de los productores agropecuarios".
Vonpannitz opinó que la carga impositiva contra el sector va a provocar "que se funda la mayoría de los productores" de esta escala. "Al incremento a las retenciones hay que sumarle en Santa Fe los aumentos que va a imponer al impuesto imnobiliario rural y al urbano, y sobre todo la suba del valor de los insumos", apuntó.
Después que terminó de hablar el productor de la zona de Correa se acercó a ese círculo improvisado que se había armado en la vereda del Monumento a la Bandera una mujer que dijo ser jubilada. Tomó el micrófono para decir una sola frase: "Sin el campo la ciudad se muere". Todos la aplaudieron.
"Nosotros vamos a seguir subsistiendo, como toda la vida lo hicimos, pero estas medidas van a afectar, además, a la gente que no tiene campo, a aquellos que en nuestras comunidades viven del derrame que genera el campo", consideró Gustavo Bigmane, productor ganadero y agropecuario de la zona de Landeta, en el oeste de Santa Fe.
En el viaje hacia Rosario, antes de que llegaran al Monumento a la Bandera con los tractores y camionetas, Diego Pascuale, uno de los productores autoconvocados, que fue candidato a intendente en Carcarañá por Juntos por el Cambio, sostuvo que "el objetivo de la protesta es que se escuche el reclamo de los productores en contra de las medidas que tomó el gobierno nacional".
"Un sábado el presidente Alberto Fernández tomó una serie de medidas muy severas contra el sector productivo. Las rechazamos totalmente y resulta que después el gobernador, Omar Perotti, también tiró sobre la mesa una suba de impuestos que el sector productivo no tolera más", dijo.
Por Germán De los Santos