Por Omar Rodríguez
Es sabido que la mayoría de los empleados de la Municipalidad de P. Esther, en realidad corresponden a una Cooperativa de Trabajo que habría ganado la licitación para prestar varios servicios. La cuestión es que una de estas empleadas, Maria del Carmen Chamorro, se animó a expresar su reclamo y denunció diferentes ilegalidades que salpican al propio municipio.
Entre otras cosas, indicó la explotación salarial sufrida, “estamos como monotributistas, nos pagan $120 por cuadra limpiada y no nos dejan facturar más de veinticinco mil pesos” – manifestó, “que no alcanza ni siquiera para el alquiler. Y hace tres año y medio que estamos así, cuando sabemos que a los seis meses, deberían ponernos en blanco.”
“Son todos parientes metidos en la Cooperativa” – además apuntó la empleada; “está Omar Madera como presidente, Mónica Ríos de la Municipalidad de donde viene el dinero, Maria Cristina Silva como encargada general; o sea, son funcionarios municipales y tienen cargos en la propia cooperativa contratada por ellos.” Incluso dejando en duda la licitación a la que siempre vuelva a ganar esta única firma.
No solo eso, “cada cuanto, nos dan de baja a todos y luego nos vuelven a retomar para hacernos perder la antigüedad y nos hacen firmar otro contrato de retorno dejando sin efecto cualquier reclamo en el pasado” – denunció, “sumado a que nos dan las facturas sin ser firmadas. Acá es todo ilegal y por eso fue es este reclamo.”
Finalmente, como si fuera poco, Chamorro explicó las malas condiciones de trabajo a la que están expuestos; “nos dejan noventa días en una calle porque es la calle de un funcionario; pero hay veredas mal y aguas servidas por todos lados. En Ecuardo y Brasil, por ejemplo, hay un caño roto desde hace cinco meses; y ahí te mandan a sacar siempre el mismo agua sin que arreglen el problema de ese lugar.”