Un joven cordobés, de 22 años, se quedó dormido mientras jugaba con el dispositivo conectado a la red eléctrica. Lo despertó el “ardor” que le provocó el líquido de la batería "pegado" en distintas partes del cuerpo.
Se llama Saúl Giménez, tiene 31 años, está desocupado y tiene cuatro hijos. Todo sucedió en la provincia de Mendoza.
Un joven que iba como acompañante de la víctima fatal sufrió heridas de consideración.