Alejandro tiene 34 años y está domiciliado en Fighiera. A mediados de noviembre del año pasado, mientras se encontraba con conocidos cazando cotorras en el cementerio de Arroyo Seco, fueron sorprendidos por dos policías. A uno tuvo que entregarle 200 pesos para que los dejen ir. El caso tomó estado público tras una entrevista con este equipo periodístico y la denuncia llegó a Rosario. Ahora está en manos de la División Judiciales de la UR II.