De profesión es arquitecto y a partir de la muerte violenta que sufrió su hijo decidió poner en marcha un proyecto inclusivo y con salida laboral para darle oportunidades a jóvenes vulnerables. La iniciativa lleva el nombre de Misión Eugenio, a lo largo de estos últimos años funcionó en espacios cedidos por diversas instituciones rosarinas porque no cuentan con espacio propio, pero ahora en medio de la pandemia todo está frenado. No obstante, existen posibilidades de que pueda reiniciarse en esta ciudad.