Peligroso. Según los vecinos y la gente que utiliza el camino a la altura del puente, el lugar está tomado por los ladrones.
Los hechos de robo continúan siendo moneda corriente en la zona norte de la ciudad y las familias más damnificadas parecen ser las que tienen sus casas a la vera del camino de tierra (calle San Martín) que une Arroyo Seco con General Lagos.
Hace años que vienen sufriendo a un grupo de delincuentes que se meten en sus hogares cuando ellos no están, los interceptan a la altura del puente del Arroyo Seco para saquearlos, los amenazan con armas y ahora se suma la modalidad de arrojar piedras o botellas para obligar a los que pasan por la zona a frenar con sus vehículos y así golpearlos si es que no entregan lo que llevan.
Las malezas de gran altura, impiden la buena visibilidad para aquellos que pasan por el camino y esto es aprovechado por los malvivientes que se cobijan tras los pastos altos para observar a sus presas antes de atacarlas.
Esta mañana, alrededor de las 6, una persona que se dirigía al campo de Bozzo con el fin de pasar a buscar a uno de los jóvenes que allí vive, fue atacada “a botellazos”. Afortunadamente no salió lastimada pero “no se puede vivir así”; dijo Carmen una de las vecinas que tiene domicilio en el predio avícola que quedó sin actividad a consecuencia del último temporal. La mujer además contó que a otra vecina la sorprendieron y la hicieron caer de la moto; y recordó también que todos los que viven en este sector tienen paso obligado por este camino porque es la única salida hacia la zona urbana por lo que al transitar por allí lo hacen temerosos de no saber qué puede pasar cuando salen de sus casas o durante el trayecto de regreso a sus viviendas.
Respecto a las denuncias policiales, esta vecina dijo que ya nadie quiere acercarse a la comisaría ya que todos saben “que no pasa nada” y piensan que no tienen el eco que deberían de tener ya que esta gente sigue haciendo de las suyas. “Acá no te dan bolilla pero si uno de la bronca golpea a algunos de estos delincuentes seguro te meten preso”.
Lo cierto es que estos vecinos se sienten desprotegidos y piensan que están olvidados. Viven con miedo, de noche casi no duermen o algún miembro de la familia se queda haciendo guardia. Muchos, por no decir casi todos, han perdido durante las inundaciones lo poco que tenían y lo que consiguieron con donaciones o que pudieron recuperar se lo están robando estos sujetos que parecen actuar con total impunidad y presuntamente a la vista de todos.