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La Escuela Fiscal N°73 Doctor Adolfo Alsina cumple 158 años

Imagen de La Escuela Fiscal N°73 Doctor Adolfo Alsina cumple 158 años

En el día de hoy, la Escuela N° 73 Doctor Adolfo Alsina cumple 158 años de vida (1864-2022). Para recordar, esta histórica institución de la ciudad, tomamos una columna llamada "Evocación y presente" del Dr. Óscar Incicco que se publicó en el "Semanario Arroyo Seco" entre 1982 y 1983.

Esto escribía Óscar: 

Mis evocaciones traen, unas veces, nombres y lugares y otras, tratarán que cada lector haga su evocación particular, intima, a partir de estas columnas.

Algo así como una teoría y una práctica de la evocación, donde la memoria apunta y el corazón salta.

Traigo un motivo para evocar juntos: las fotos viejas. ¡Cuántas cosas nos dicen las fotos viejas! No es que todo tiempo pasado fue mejor (¿o si lo es?), pero la evocación tiene el encanto de la nostalgia y de lo lejano y siempre, lo lejano, parece ser más amado que lo cercano.Mirar viejas fotografías es reencontrarnos con amigos, con familiares, con nosotros mismos. Es redescubrir como eran y como éramos: Es recordar a gente que hace tantos años que no vemos. Es recordar aquellos amigos de la primaria, de la rabona al rio, de los primeros bailes. Es recordar aquel amigo que tempranamente hizo de su vida una flor del cielo.

Mirar fotos viejas es encontrar parecidos entre padres, hijos y nietos. Es volver a nuestra casa y en la mesa grande encontrarnos con unos padres llenos de juventud y unos hermanos aprendiendo a hablar y a caminar. Mientras desde la foto escapen aromas de glicinas y de paraísos que nos hacen tropezar con una gomera, una pelota de trapo y un álbum de figuritas, donde sigue faltando la difícil.

Pero de mis fotos viejas rescato una de la escuela primaria: Hay en ella un pedazo de vida: la infancia. La infancia que todavía no presentía la dureza de la vida, ni los misterios del ser, ni la profundidad de los insondables designios divinos. ¡Cómo no evocar un tiempo de delantales blancos, de cabeza con remolinos, de madres preocupadas por el pase de grado y de muestras que severas y gentiles nos enseñaron a escribir y a leer y nos fueron marcando un destino!

Hoy que la dulce campana (porque antes las escuelas tenían voces de campanas y no como hoy ronquidos de timbres) ya nos dio tristemente su adiós, aparece en la foto un año, un grato, una escuela. La foto lo dice todo. La foto que es testigo insobornable que nos grita que alguna vez fuimos niños, que alguna vez soñamos, que alguna vez hubo pureza de cielo en nuestros ojos.

Una foto escolar que nos pregunta adonde han ido tantas ilusiones, tantas promesas, tantas inocencias. Una foto que nos acorrala hacia nosotros mismos para recordar nuestras fallas, nuestros fracasos y nuestros triunfos. Una foto vieja que entre el negro y el amarillo del tiempo quiere devolvernos a un época, a una edad que jamás debimos perder.

Saquemos nuestras viejas fotos escolares y todos juntos, los amigos de ayer, el grado de ayer, con la maestra en el pupitre, con tizas y pizarrones dibujemos de nuevo nuestra vida a partir de nuestra infancia. Hagamos valer todo lo que aprendimos, porque todavía nos están esperando nuestros padres, nuestros maestros, nuestros compañeros de aula y frente a todos ellos, en muchos, también nuestros hijos. Salgamos de la vieja fotografía tal cual éramos: inquietos, rebeldes, alegres e inocentes y ganemos el mundo. Vamos amigos, que detrás del amarillo de la foto está el siempre vivo verde de la esperanza.

ÓSCAR INCICCO

 

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