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San Antonio venció 104-87 a Miami y cerró la serie final 4-1. El argentino oriundo de Bahía Blanca cosechó su cuarto título desde que llegó a la liga estadounidense.
El señor de los anillos. Manu convierte un triple y festeja, en el que fue el último partido de la serie final.
San Antonio Spurs tuvo su dulce venganza. Superó anoche al bicampeón Miami Heat por 104 a 87, cerró la serie final 4-1 y conquistó por quinta vez el título. Un festejo que el bahiense Emanuel Ginóbili tuvo por cuarta vez en la NBA.
Kawhi Leonard fue el MVP del cotejo con 22 puntos, 10 rebotes y 2 asistencias, mientras que Ginóbili consiguió 19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, y Patty Mills aportó 17 puntos, 2 asistencias y un rebote.
En los Heat, LeBron James anotó 31 tantos, 10 rebotes y 5 asistencias, Chris Bosh marcó 13 y Dwayne Wade 11.
Los Spurs arrancaron muy mal y llegaron a estar abajo 22-6. Allí, Ginóbili anotó 6 puntos consecutivos y San Antonio metió un parcial de 12-0. Igualmente Miami siguió manejando el ritmo y terminó arriba 29-22. Además, San Antonio quedó complicado porque Manu se fue al banco con dos faltas. LeBron James 17 puntos y 6 rebotes en el parcial, en el que salvo Manu, los integrantes de San Antonio demostraron falta de aptitud para encarar un duelo decisivo.
En el segundo cuarto los dirigidos por Popovich comenzaron a mostrar los argumentos que lo llevaron a estar en la definición del campeonato y de a poco impusieron condiciones, más allá de la mala noche del francés Tony Parker, impreciso y errático.
San Antonio pasó al frente en el marcador por primera vez en el juego a poco menos de cinco minutos del cierre con un triple de Kawhi Leonard (jugó un muy buen partido), que estableció el parcial 37-35.
Después vinieron dos jugadas similares y un triple de Ginóbili (terminó el cuarto con 14) para estirar la diferencia y cerrar 47-40 arriba ante un Miami que no pudo repetir todo lo bueno que había hecho en el comienzo del encuentro. Mucho trabajo para Erik Spolestra para tratar de convencer a sus jugadores de que podían dar vuelta la historia.
En el tercer cuarto los Spurs fueron contundentes, incluso llegaron a tener una ventaja de 22 puntos (75-53). Con un Patty Mills impecable con el tiro externo (3 triples) fue minando la resistencia de un Miami que no se quería dar por vencido, aún ni en sus peores momentos, así el parcial se cerró en 77-58 para el equipo de Ginóbili.
En el último parcial, los dirigidos por Popovich nunca perdieron la calma y manejaron el juego sin ningún tipo de complicaciones, ya que Miami nunca tuvo chances de acercarse en el marcador.
Así, San Antonio dejaba correr el reloj y cuando podía seguía lastimando a un Miami que no lograba hacer nada para intentar dejar una mejor imagen.
En el cierre, Popovich decidió sacar de a uno a Ginóbili, Duncan y Parker para que recibieran la ovación de los hinchas texanos, que volvieron a delirar con un equipo que supo reponerse a la derrota de la final pasada, para subirse nuevamente a lo más alto del podio de la NBA.
Ginóbili: “Fue increíble el nivel que conseguimos”
“Este año jugamos la final mucho mejor mentalmente. Fueron increíbles los movimientos de balón que hubo en la final. Lo del año pasado nos fortaleció, no tengo dudas. No íbamos a permitir que nos pase de nuevo. Fue increíble el nivel que conseguimos en los partidos decisivos”, Ginóbili dixit.
