La selección inicia su camino en la segunda fase del Mundial: desde las 13 de este martes se medirá con los helvéticos, en San Pablo. Sabella dispone de un solo cambio por la lesión de Agüero. El que pierde se vuelve; el que gana, esperará por Bélgica o Estados Unidos.
Argentina necesita terminar de explotar en el Mundial de Brasil. Y esa explosión no debe demorarse mucho más allá de este martes, cuando la selección enfrente, desde las 13, a Suiza en San Pablo por los octavos de final. Ya no queda margen para titubear: es ganar o pegarse la vuelta.
El equipo de Alejandro Sabella, que esperaba confirmar el equipo a último momento, fiel a su estilo, pone en juego su condición de candidato y su continuidad en una Copa del Mundo donde las cosas se le vienen presentando complicadas pero, en definitiva, favorables.
Tras conseguir de forma invicta y con puntuación ideal el primer lugar del grupo F, el conjunto albiceleste inicia esta segunda en el Arena Corinthians, donde se esperan muchos hinchas argentinos aunque tal vez no la marea, por lo menos no en el interior del estadio, que se vio en anteriores encuentros.
Con una dependencia de Lionel Messi, Argentina debe recuperar un funcionamiento de conjunto para tener una actuación convincente y seguir su camino en el torneo.
Sabella realiza un solo cambio con respecto a la última presentación ante Nigeria, resignando la posibilidad de contar con sus 4 fantásticos. En la ofensiva, Ezequiel Lavezzi asomaba en lugar del lesionado Sergio Agüero, que flexibilizará el esquema táctico habitual de 4-3-3. También podía jugar Maximiliano Rodríguez.
Sin posibilidad de superar los cuartos de final desde la cita mundialista de Italia en 1990, la escuadra argentina busca en esta Copa del Mundo en tierras brasileñas su tercera corona, tras la conseguidas como local en 1978 y en México en 1986.
"Ahora empieza lo más lindo del Mundial,el aspirar a llegar lo más lejos posible, pero también tenemos que tener cuidado", enfatizó el delantero Gonzalo Higuaín en la previa del duelo ante los helvéticos.
Dicen que Argentina por primera vez en el torneo se sentirá visitante en el estadio Itaquerão de San Pablo porque la mayor parte del público será brasileño y alentará a los europeos por la histórica rivalidad que tiene con su vecino sudamericano.
Por su parte, Suiza finalizó segundo en la zona E detrás de Francia luego de dos triunfos ante Ecuador (2-1) y Honduras (3-0) y una derrota ante los galos (2-5).
El seleccionador alemán Ottmar Hitzfeld no dispone cambios en su alineación titular con respecto a su última presentación donde logró la clasificación a esta fase ante los hondureños.
La gran apuesta del conjunto europeo está en su circuito de creación en el medio campo con Valon Behrami, Gökhan Inler y Xherdan Shaqiri.
En su historia en Copas del Mundo, la selección helvética hace 60 años que no alcanza la instancia de cuartos de final, con sólo tres veces que alcanzó este logro en Italia 1934, Francia 1938 y como local en 1954.
El último antecedente entre ambos equipos fue el 29 de febrero de 2012 en Berna, que finalizó con triunfo argentinos por 3-1 con un hat-trick de Leo Messi y el descuento de Xherdan Shaqiri para los helvéticos.
El que pase, jugará en cuartos ante el ganador del duelo entre Bélgica y Estados Unidos.