Fideo le regaló a su grupo de la infancia el boleto y la entrada al Maracaná para este domingo. Contaron que el jugador está tranquilo y no descartaron que pise la cancha.
Un anticipo por el Día del Amigo, Angel Di María invitó a sus diez amigos de la infancia a la gran final del Mundial de fútbol este domingo. Entre sus muchos tatuajes, Fideo lleva en la piel la calle Perdriel que lo vio crecer y el símbolo de la amistad que lo une a sus compinches de toda la vida. Y este domingo, los tendrá hinchando por la celeste y blanca en el Maracaná.
Eufóricos, los muchachos de La Cerámica aguardaron que la Aduana abriera sus puertas esta mañana para colocarse las vacunas reglamentarias que los habilite a viajar a Brasil. Milton y Nicolás se convirtieron en los portavoces del grupo y contaron, en contacto con la periodista Evelin Machain de Radio 2, de la angustia que pasaron cuando intentaron comprar los pasajes y no consiguieron, y del alivio y la alegría cuando les llegó el mensaje de Angelito por Whatsapp.
“Estábamos todos desesperados buscando cómo podíamos hacer y gracias a Dios llegó un ángel, Ángel nos salvó”, dijo Nicolás que explicó que el jugador puso a disposición de sus amigos un vuelo charter desde Buenos Aires a Río de Janeiro, hospedaje y ticket de entrada al partido. Salen este domingo por la mañana.
Como el resto de los argentinos, estos diez chicos sueñan con que su país gane la Copa, pero su razón es más íntima, conocen a Fideo desde mucho antes que se convirtiera en una estrella internacional.
Aunque lesionado y con dudosas chances de jugar, ellos sueñan con verlo en la cancha. Quieren que pise el césped del Maracaná. “Nuestra cábala es Angelito”, dijo Milton, en tanto Nicolás se animó a adjudicarle el tanto ganador.
“Está tranquilo, muy bien de ánimo”, coincidieron.