El líder del ranking ATP se convirtió en el primer tenista en ganarlo cinco veces en la era profesional que comenzó en 1968. Consiguió así su octavo título de Grand Slam.
El tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, se consagró hoy por quinta vez campeón del Abierto de Australia, tras vencer al escocés Andy Murray por 7-6 (7-5), 6-7 (4-7), 6-3 y 6-0 en la final disputada en el Rod Laver Arena de Melbourne Park.
El líder del ranking ATP, que ya había levantado el trofeo del primer Grand Slam de la temporada en 2008, 2011, 2012 y 2013, se convirtió en el primer tenista en ganarlo cinco veces en la era profesional que comenzó en 1968. En la edición del año próximo, el serbio buscará un nuevo título para igualar al máximo campeón histórico, el australiano Roy Emerson, que se lo adjudicó seis veces en el ciclo amateur: 1961, 1963, 1964, 1965, 1966 y 1967.
Djokovic, de 27 años, consiguió su octavo título de Grand Slam e igualó a los estadounidenses Jimmy Connors, Iván Lendl y Andrea Agassi en el cuarto escalón, detrás del suizo Roger Federer (17), el estadounidense Pete Sampras y el español Rafael Nadal (14) y el sueco Bjorn Borg (11).
“Es un honor estar en la lista de campeones junto al señor Roy Emerson, Rod Laver y todas las leyendas”, declaró Djokovic al momento de la premiación en el court central del complejo australiano, donde se consagró campeón por primera vez desde que fue padre. Al respecto y con su habitual sentido del humor, “Nole” se dirigió a un Murray de rostro serio: “Quiero felicitarte a ti y a Kim por vuestro compromiso. Les deseo una boda maravillosa y muchos niños”.
La gracia fue aplaudida por la novia del británico, Kim Sears, que se ubicó en el palco. Luego, el número uno del mundo agradeció a su equipo de trabajo: “Ellos sacrifican sus vidas por mí para que todo salga bien aquí afuera. Sin su apoyo sería imposible. Y al final y no para menos, quiero agradecerles a los aficionados. De nuevo este año se ha roto un récord y este es uno de los eventos deportivos más significativos del mundo”.
A su turno, Murray lamentó: “Fue probablemente el Grand Slam más consistente de mi carrera aunque no haya podido ganarlo. Voy a volver el año próximo y espero que la final tenga un resultado diferente”.