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Mito Doroni: repaso de su trayectoria en el fútbol profesional

Erasmo Doroni

Erasmo Doroni

Puede escribirse y mucho sobre la trayectoria de Erasmo “Mito” Doroni, pero pocos tienen su característica de haber podido jugar en dos equipos rivales y ser en Tucumán, tanto odiodado por algunos como querido por otros. Y no solo eso podría destacarse, sino también el hecho de que en un momento priorizó volverse a su querido Fighiera por sobre la posibilidad de hacer carrera en la primera división del futbol argentino.
El ciclo “Huellas que hacen Historia” de la Secretaria de Cultura de la Comuna de Fighiera repasó la historia en primera persona de un grande. El que comenzó su carrera en Rosario Central: “antes cuando no teníamos la posibilidad de hacer inferiores acá en el pueblo y teníamos ganas de jugar, debíamos viajar a Rosario. Estuve ahí ocho años y medio, desde todas las inferiores y muy poco en primera.”
“Viajaba todos los días en el colectivo que pasaba desde Bogado y volvía por la tarde. Hasta que estuve en reserva y primera, que estuve en una pensión” – recuerda como anécdotas mencionando lo costoso del desarraigo. “La idiosincrasia era diferente. Los hicos de hoy son más desenvueltos. Pero eran otros tiempos, y éramos muy del interior y eso se notaba.”
El poco tiempo en el club Rosario, estuvo marcado por el descenso y ascenso a la primera categoría. “Estaba a préstamo en Colón de Santa Fe y vuelvo cuando Central regresa a primera. Y salimos campeón. Eso me quedó muy marcado, si bien no soy hincha de Rosario Central, allí pase mi adolescencia y juventud. Son cosas que te van marcando y tengo el mejor de los recuerdos, lo que te marca en la vida y me sirvió mucho para toda la vida.”
“Pero luego quedo libre ya que el club tenía muchos profesionales, como sesenta jugadores y era muy difícil jugar” – recuerda mientras cita su peregrinaje por Central Córdoba, Ferro de Pico en La Pampa y Deportivo Español hasta el desembarco en la el Club Atlético Tucuman, llevado por gente conocida. “Esta provincia marca un antes y un después en mi familia. Ya casado me fui a vivir allá y ahí nace mi primer hijo. Eso me sirvió mucho en lo humano.”
Durante dos años, Mito hizo historia en el CAT siendo capitán hasta que las cosas se complicaron para su vida profesional: “Después con el tiempo entendí que no era para hacer lo que hicimos, pero bueno en ese momento por ignorancia y por malas influencias, pasó lo que pasó. Nos debían dos o tres meses, y decidimos no entrenar ignorando que había elecciones próximamente en el club. No entrenamos dos días y vinieron las consecuencias. Me reuní con la Comisión Directiva. Pero después perdemos una semifinal con Banfiel que asciende, y me desvinculo definitivamente del club por todo lo que estuve pasando.”
Pero de ser muy querido en el decano, los sentimientos cambiaron cuando Erasmo se cruza de vereda para jugar en San Martín. “Jorge Girarte que me ya me conocía de La Pampa estaba en San Martín, me hizo una propuesta y con un poco de bronca con Atlético, paso. Fue duro durante los primeros meses. Es una provincia y una ciudad muy futbolera, están divididos, y el enojo me lo hacían saber.”
Sumado a que el momento del clásico, es el propio Erasmo el que convierte dos goles a su antiguo club. “Nunca antes estuvo tan nervioso en un partido y tenía mucha presión. Antes del partido cuando los jugadores salen a la cancha, no quería salir porque me insultaban y era imposible hacer oídos sordos. Perdíamos el primer tiempo uno a cero, y en el segundo ganados por los dos goles míos. Ese clásico se recuerda hasta hoy y en casa aniversario, lo celebran y me invitan.”
San Martín luego cambia de DT y aparecen también problemas económicos con cambios de comisión. “Y con mi familia queríamos venirnos más cerca de mi casa. No obstante, San Martín asciende a Primera tras ganarle a Almirante Brown en Buenos Aires. Eso fue un sábado y el domingo en el avión de regreso, donde nos esperaba una gran fiesta en Tucuman, yo ya estaba decidido irme del club.”
Es que Doroni ya había hecho contacto con Atlético Rafaela semanas antes. “¿Te vas a ir ahora que vamos a jugar en primera? – me querían convencer. La verdad es que ya buscaba mejor lo económico que eso. Así que ese lunes viajo y al viernes siguiente ya con A. Rafaela jugamos contra Douglas en Pergamino. Me había gustado la propuesta y estábamos más cerca de Fighiera.”
“Tucucman es una provincia que me gusta mucho, tengo amigos. Cuando ascendió años atrás fuimos con toda la familia. Me invitan a jugar en una Liga de veteranos con muchos de los que jugaron por entonces. Pero el tercer tiempo es el mejor, por el hecho de estar juntos.” Y de allí, luego pasó a Tigre llegado por Horacio Bongiovani, que atravesando grandes crisis financieras, se disputaba su honor en la b nacional.
“Estaba muy institucionalmente. Estuve ocho meses y ya tenía mi segundo hijo. Entonces me cansé de que me sacaban de un departamento para ir a otro, y no cobrar. “Fui a agremiados, le mande un telegrama. Y estuvo unos meses más en Sarmiento de Formosa, donde me mató el calor que hacía y un día dije “no juego más” y me vine.”
Así es la huella que deja Erasmo en el futbol nacional, y mucho más en la historia de su pueblo que incluso pudo disfrutarlo en lo futbolístico por su aporte como DT en Central Argentino. Hoy ya dedicado a lo privado, pero con la firme convicción de que cada club, cada anécdota, y cada partido han marcado su vida para siempre.

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