Un yanqui de 88 años falleció y tuvo el funeral de sus sueños. La familia decidió enterrarlo con varias bolsas de ese alimento que tanto le gustaba.
El cortejo fúnebre incluyó una pasada por el servicio para autos de una conocida casa de comidas rápidas y fue despedido por los empleados del lugar
David Kime, un yanqui de 88 años oriundo de Pensilvania, adoraba tanto la comida chatarra que sus familiares decidieron despedirlo de una poco tradicional manera tras su fallecimiento.
Kime, que “vivió de acuerdo con sus propias reglas”, según reconocieron sus familiares, fue enterrado el pasado sábado con 40 bolsas de hamburguesas que, cuidadosamente, los deudos colocaron en el féretro.
El cortejo fúnebre tuvo en su recorrido una insólita parada: el servicio en auto de una conocida casa de comidas rápidas, donde la gerente del lugar, Margaret Hess, y los empleados despidieron con gran congoja a un fiel cliente.
Según publica el diario The York Daily, la hija del difunto, Linda Phiel, señaló que colocar hamburguesas en su féretro fue una forma alegre de honrar a su padre y las cosas que le causaron gozo.
La Defensoría del Pueblo de la localidad en la que se dio la situación reveló que lo que molesta a la denunciante es que "los vecinos comen asado" y que "no hay otro tipo de problema"
"Usuarios enojados" es la página de Facebook que reúne las quejas de los usuarios del servicio de la empresa Güemes, único directo entre ambas ciudades. Desde cucarachas y mugre en las unidades hasta roturas de los coches a mitad de camino aparecen en el menú de reclamos.
La actividad solidaria terminó en un gran escándalo cuando se descubrió el intento de robo.
Un abuelo repartió billetes de 200 pesos a los pasajeros del tren Sarmiento, con destino a la localidad bonaerense de Moreno, y el insólito gesto se viralizó en forma inmediata en las redes sociales. "La plata estaba envuelta en un papel, todos pensamos que estaba pidiendo alguna colaboración", dijo un testigo.