Los habitantes de la ciudad de Yulin montan un matadero canino en la calle. La fiesta termnina con una comilona
Algunos pobladores de la ciudad ubicada al sur de China empezaron a reunirse desde el pasado fin de semana para comer carne de perro con lichis y celebrar el día más largo del año, informó la prensa estatal esta semana. Los vecinos se adelantaron al solsticio del sábado, en un intento de evitar las protestas de los activistas pro derechos de los animales.
En los últimos años, el festival ha sido blanco de las críticas. Distintas organizaciones han procurado generar conciencia en la opinión pública con mensajes en las redes sociales, peticiones en línea y protestas físicas ante los mataderos y mercados que venden perros.
El escándalo público refleja el aumento del nivel de vida de los chinos, que tienen mascotas, viajan al extranjero y están cambiando de actitud hacia tradiciones que nunca antes habían cuestionado.
En los medios estatales aparecieron fotos de residentes de Yulin comiendo platos de carne y verdura alrededor de mesas de comedor adornadas con lichis. En los microblogs chinos, sin embargo, circulaban fotos de perros cocidos y pelados apilados en mesas o colgando de ganchos en puestos callejeros.
Los activistas aseguran que el evento es un peligro para la salud pública puesto que los canes no pasan cuarentena para asegurar que están libres de enfermedades, ya que muchos son recogidos en las calles del país, y otros fueron robados a sus dueños. Según las denuncias, los perros son habitualmente envenenados con químicos tóxicos que podrían ser perjudiciales para los humanos, explican los activistas.
El gobierno de Yulin se ha distanciado de las celebraciones y ha dicho que no es un festival oficial. Medios oficiales anuncian que las autoridades han pedido a los restaurantes que quiten todo tipo de referencias a la carne de perro en sus menús y carteles, aunque no se ha llegado a prohibir su consumo, que sigue siendo legal en China.
La Defensoría del Pueblo de la localidad en la que se dio la situación reveló que lo que molesta a la denunciante es que "los vecinos comen asado" y que "no hay otro tipo de problema"
"Usuarios enojados" es la página de Facebook que reúne las quejas de los usuarios del servicio de la empresa Güemes, único directo entre ambas ciudades. Desde cucarachas y mugre en las unidades hasta roturas de los coches a mitad de camino aparecen en el menú de reclamos.
La actividad solidaria terminó en un gran escándalo cuando se descubrió el intento de robo.
Un abuelo repartió billetes de 200 pesos a los pasajeros del tren Sarmiento, con destino a la localidad bonaerense de Moreno, y el insólito gesto se viralizó en forma inmediata en las redes sociales. "La plata estaba envuelta en un papel, todos pensamos que estaba pidiendo alguna colaboración", dijo un testigo.