“Como todo chileno que lleva la Roja en el corazón y amante del deporte, he querido unir el ciclismo y el fútbol“, dijo Francis Tapia Ganahin, un ciclista de alta montaña que ahora viaja a Río de Janeiro.
Ganahin, un aficionado al ciclismo de montaña y que tiene entre sus hazañas haber escalado el Aconcagua. (Captura de TV)
Eso pensó Francis Tapia Ganahin, de 47 años, cuando partió de Chile y recorrió casi 4.000 kilómetros en bicicleta hasta Brasil para cumplir el sueño de ver a la selección de fútbol de su país en el Mundial de fútbol.
“Como todo chileno que lleva la Roja en el corazón y amante del deporte, he querido unir el ciclismo y el fútbol“, dijo Ganahin a Reuters en la puerta de la concentración de su equipo en Toca da Raposa II, en Belo Horizonte.
Ganahin, un aficionado al ciclismo de montaña y que tiene entre sus hazañas haber escalado el Aconcagua, se despidió el 10 de marzo de sus afectos en la localidad de Hacienda La Calera, en Valparaíso, y llegó a Sao Paulo el 23 de junio.
“Hice un promedio de 65 kilómetros por día y otras veces llegué a pedalear 150 kilómetros corridos e inclusive lo hice de noche“, explicó el ciclista, quien no vio empañada su alegría pese a haber llegado a Sao Paulo el mismo día que Chile perdió 2-0 ante Holanda.
En su mochila, además de la bandera de Chile, lleva comida, barras de chocolate, cereales, líquidos y hasta una cocina portátil para calentar el cuerpo con una sopa después de pedalear por caminos sinuosos bajo la lluvia y el frío.
“Hubo muchas tormentas y frío. Las heladas en la provincia (argentina) de Córdoba y el desborde de los ríos a la altura de las regiones brasileñas de Cascavel y Londrina fueron difíciles y peligrosos“, recordó.
“Algunos momentos no me preocupaba y ni sabía el día que estaba. Mi única preocupación era pedalear, comer, dormir y volver a pedalear“, explicó con naturalidad.
El rostro bronceado y apacible de Ganahin se transformó cuando comentó algunos inconvenientes y una que otra satisfacción que tuvo en su largo camino a Brasil.
“En las Altas Cumbres en Córdoba (Argentina) un hombre me acusó de haber sustraído un teléfono celular. Cuando la policía intervino me revisaron y no encontraron nada y me ofrecieron las disculpas del caso“, destacó.
“Esas cosas pasan (...) también encontré gente muy solidaria, un vendedor me vio cansado y me invitó a su casa para que me bañe y duerma en una cama y al otro día seguí pedaleando con más energía“, dijo antes de recordar que sus necesidades “las hacía en dependencias de bomberos, de peaje y estaciones de servicio“.
Luego de cumplir el tramo hasta Belo Horizonte el ciclista chileno tiene como punto final Río de Janeiro, pero dijo que está muy agotado y que buscará a alguien que lo lleve.
“Quiero ir a Río a apoyar a la Roja, pero no con la bici porque estoy cansado de pedalear, espero que alguien me lleve“, dijo Ganahin esperanzado en que Chile le gane el sábado a Brasil y que paso a paso, como él, llegue a la meta.
Ganahin no cree que pueda estar dentro del estadio cuando su equipo juegue aunque se conforma con estar en la puerta.
“No, no fui a ningún partido en la cancha y no se si voy a ir a alguno porque no tengo tickets“, dijo Ganahin.
“Espero que alguno me caiga del cielo“, agregó pensando que poder ver a la “Roja“ en la final sería cumplir por completo su sueño mundialista.
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