Los responsables de La sonrisa de Beckett dicen que si encienden los equipos no van a poder pagar la factura de la luz.
Los espectadores que asistieron el viernes a la noche a la puesta en escena de Antígona Vélez –reconocida obra de Leopoldo Marechal– en la sala La sonrisa de Beckett, ubicada en Entre Ríos 1051, se llevaron una sorpresa cuando Nacho Farías, responsable del lugar, minutos antes de comenzar la función les ofreció frazadas. La explicación fue más que clara: “Si prendo los equipos de calefacción no voy a poder pagar la boleta de la luz”.
Así, se abre un nuevo capítulo en la asfixia que provocan los tarifazos, tanto de energía eléctrica y gas, en casas de familia, locales comerciales y espacios donde se brindan todo tipo de servicios.
Farías dirige la sala desde 2011 junto con un compañero. Antes de eso, el espacio pertenecía al grupo La Percha, del que también formaba parte. Siempre a pulmón y con propuestas durante la semana con distintos tipos de talleres, se anexaron actividades diversas, además de las obras de teatro que se muestran los fines de semana. Pero en esta ocasión, el cinturón parece apretarles más que hace unos años.
“Mantener la sala se está haciendo realmente cuesta arriba, los aumentos que tuvimos son muy elevados. Antes estábamos pagando 1.000 pesos de luz, incluso en momentos de mucha actividad, y ahora pagamos casi 7.000, una locura”, contó ayer Farías a El Ciudadano, mientras mostraba una pila de frazadas azules colocadas sobre una de las mesas de un modesta pero cálida sala de recepción en donde el público espera la función.
El teatro en sí es un galpón con capacidad para unas cien personas, de 180 metros cuadrados de superficie y 8 metros de altura. Sobre la entrega de frazadas para abrigarse durante la función, el responsable de La sonrisa de Beckett aseguró que la idea fue “por causas de fuerza mayor”, pero también contó que parte de la idea surgió cuando vio un video sobre el Teatro del Sol, de Francia, en donde mostraban que allí también lo hacían y el público lo tomaba con naturalidad.
“Pero a este lugar, obviamente, hay que mantenerlo y eso nos conlleva mucho, ya sea en la climatización como en el mantenimiento de la sala misma, de los muebles y los artefactos”, concluyó Farías.
Difícil para todos
“Hay que estar restringiendo absolutamente todo. Hemos podido notar durante este tiempo el achicamiento que nos condiciona para poder llevar adelante una sala o el trabajo de un grupo”, sostuvo Eduardo Ceballos, experimentado docente, actor y director que forma parte de la Asociación de Teatro Independiente de Rosario (Atir), y que además preside la sala Amigos del Arte, de 3 de Febrero 755, uno de los espacios más emblemáticas de la ciudad, pronto a cumplir 71 años.
“Nosotros tratamos de hacer lo que podemos para mantener lo que tenemos pero tuvimos que salir a golpear puertas y estamos hablando de una institución consolidada que ya lleva siete décadas. Pero la forma en que se han quintuplicado los impuestos es algo asombroso, por más que nos hayan eximido del Drei y la TGI. Hoy estamos con un déficit mensual de aproximadamente 12.000 pesos”, agregó Ceballos.
Para Victoria Fernández, responsable de Caras y Caretas, de Corrientes y Zeballos, un lugar que lleva 42 años de existencia, “a las salas hay que defenderlas sea como sea”. Y recordó que en otros tiempos, cuando también la situación apremiaba, dejó de pagar la factura de luz de su casa para afrontar la del teatro.
“Uno se autoexige para poder pagarlo. Creo que al público hay que brindarle lo mejor”, señaló Fernández, y remarcó: “No dejo de reconocer que en este momento se hace difícil afrontar los gastos. A algunas salas les constará más que a otras, lo que dependerá de las actividades y gastos de cada una. Como integrante de Atir apoyaré todas las movidas, en forma conjunta con el resto de los teatros, para lograr que el gobierno de la provincia permita acceder a los espacios independientes a la tarifa social de la EPE”.
Para los integrantes de La Morada, sala ubicada en la planta alta de San Martín casi esquina Peatonal Córdoba, la situación no es diferente al resto. “El aumento de luz aún no nos afectó tanto porque la última factura que pagamos incluía enero, que tuvimos cerrado, pero seguramente el tarifazo lo vamos a sentir a partir de estos bimestres”, contó Mecha Núñez, del espacio de arte ubicado en pleno centro.
Por su parte, la directora teatral Carla Sacani se refirió a cómo la recesión y los aumentos impactan en otros engranajes de la estructura teatral. “La realidad afecta a los elencos. Llama mucho la atención que para la obra que estamos haciendo los sábados en Caras y Caretas no hayamos recibido el subsidio del Instituto Nacional del Teatro, lo que muestra que hay recortes en ese sentido. Ensayamos un año en casas particulares e invertimos cerca de 50.000 pesos y no tuvimos apoyo”, aseguró.
Un amparo provincial
La diputada Silvia Augsburger y el diputado Rubén Giustiniani, del Bloque Igualdad y Participación, se reunieron ayer con el gobernador Miguel Lifschtiz para proponerle que le dé instrucciones al fiscal de Estado, Pablo Saccone, para presentar un amparo en la Justicia Federal respecto del tarifazo del gas.
“El objetivo es que el Estado santafesino siga el mismo camino iniciado en diferentes distritos para que se suspenda o retrotraiga el aumento en las tarifas del servicio de gas, teniendo en cuenta la favorable recepción que están teniendo en el ámbito judicial las acciones entabladas”, señalaron Augsburger y Giustiniani a través de un comunicado, con lo cual pretenden copiar iniciativas de provincias del sur del país que recurrieron a la Justicia.
Clubes santafesinos a la justicia federal
Los clubes de la ciudad de Santa Fe con piletas climatizadas se presentarán ante la Justicia Federal para intentar frenar el aumento de la tarifa del gas, que en el caso del Club Regatas redundó en una factura de más de 73 mil pesos.
Sergio Buchara, presidente de esa institución, dijo que la boleta del gas “es de casi 74 mil pesos” y que al ser Litoral Gas una empresa privada “si no se paga, se corta el servicio”.
“Vamos a presentar un amparo, el miércoles nos reuniremos varios clubes y nos presentaremos ante la Justicia Federal”, dijo el dirigente, que contó que la mayor parte de los asociados a su club realiza deportes acuáticos.
Buchara indicó que además del problema del aumento del gas también tuvo un fuerte incremento la boleta de la electricidad, con un vencimiento del orden de los 27 mil pesos, por lo que su club tiene que pagar más de 100 mil pesos por ambos servicios.
“No podemos aumentar cuotas teniendo en cuenta la situación económica que atraviesan todas las familias”, añadió el dirigente.
Otra de las instituciones que tienen natatorio y lo aclimatan con gas natural es Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, que según el dirigente Marcelo Sabattini se sumará a la presentación ante la Justicia luego de que llegó la factura de Litoral Gas por más de 48 mil pesos, cuando anteriormente rondaba los 10 mil pesos.
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