En un llamado urgente a la atención de las autoridades, Luciana, una vecina del barrio Campo de la Ribera, denunció esta semana la situación crítica que enfrentan su familia y vecinos del barrio donde vive, esto se debe a la gestión de residuos en un terreno cercano. A pesar de los reclamos realizados durante más de un año, la problemática persiste, generando preocupación entre los habitantes de la zona.
Según Luciana, la Municipalidad de Arroyo Seco autorizó el uso de un terreno privado para la disposición de residuos de poda y escombros. Sin embargo, los vecinos observaron con desagrado que, en lugar de cumplir con esta promesa, se han estado depositando residuos domiciliarios, lo que genera una grave contaminación de las napas de agua y del aire. “Hicimos reclamos, lo hicimos fuertemente porque no teníamos respuestas y seguían llevando residuo domiciliario”, expresó Luciana.
A pesar de que lograron que se detuviera el ingreso de residuos domiciliarios, la cava permanece abierta y sin cerrar, lo que lleva a la acumulación de agua contaminada en su interior. “Ya pasó un año, la cava sigue abierta, sigue estando encima con lo que la más limpio era, ¿no? Al estar abierta, se llena de agua, toda agua verde contaminada, bueno, un desastre”, agregó la vecina.
Los reclamos, por lo que contó esta vecina, ya se realizaron de diversas maneras: de forma verbal, presencial y por escrito, pero hasta el momento no han recibido respuestas concretas ni soluciones efectivas. Ante la falta de atención por parte de las autoridades, los vecinos decidieron hacer público su reclamo a través de este medio, con la esperanza de que su situación sea escuchada y atendida.
“Es fundamental que se cierre esa cava y se tomen medidas para evitar la contaminación que afecta nuestra salud y nuestro entorno. No podemos seguir viviendo en esta incertidumbre”, concluyó Luciana, quien representa a un grupo de vecinos preocupados por el futuro de su barrio.
El Intendente y la directora de Desarrollo Social, la semana pasada, firmaron con el ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, un convenio para recibir fondos que permitan fortalecer el área de la Mujer, Género y Diversidad, que parece funcionar en ciertos casos, menos cuando se trata de actuar en un episodio de supuesto maltrato hacia una empleada municipal por parte de un miembro del nutrido y extenso gabinete.
El profesional que había sido llamado al principio de la gestión de Daniel Tonelli y había dejado por diversas cuestiones, ahora sí ya trabaja oficialmente en la secretaría de Salud, apuntado claro está al sector de Zoonosis. Lo hace en carácter de monotributista.
El hijo de Adriana Farroni, que está en Obras Públicas, maltrató a Laura Sánchez, empleada municipal de carrera, y desde el Gobierno de Daniel Tonelli ni del área de la Mujer local "le llamaron la atención". Además, ya había tenido un altercado fuerte con Gustavo De Lorenzi, y todo sigue igual. Ser "hijo de" evidencia los beneficios y la falta de tacto de un gobierno que no lo tiene en casi nada.