Esta semana se volvió a poner foco en uno de los temas centrales de este año legislativo: los pedidos reiterados del Ejecutivo Municipal al Concejo Municipal para desafectar montos millonarios de la Tasa de Organización Portuaria, un recurso que, según cuestiona Damián Salinas, se utiliza sin la transparencia y el detalle que corresponde.
Durante una entrevista en Radio Extremo 106.5, el edil describió un funcionamiento que —a su entender— se ha vuelto una práctica recurrente: el Municipio gasta más de lo que tiene previsto, y cuando la situación financiera llega al límite, el conflicto estalla en el Concejo, que termina habilitando el uso de fondos especiales para cubrir urgencias salariales o de proveedores.
Salinas fue directo al señalar sus diferencias con el modo en que el intendente Daniel Tonelli administra los recursos extraordinarios: “El Ejecutivo la gasta como quiere. Pagan un montón de horas extras, pagan un montón de cosas. Siempre faltan cinco palos para las obras que manda Pullaro. Siempre falta plata y terminan viniendo al Concejo a pedir desafectación”, sostuvo el concejal.
Según explicó, su preocupación no es solo el destino de cada pedido puntual, sino la falta de información previa: cuando se solicitan 100, 200 o 300 millones de pesos, los concejales no reciben —afirma— los respaldos mínimos necesarios.
En el caso de pedidos anteriores para pagar horas extras, proveedores y monotributistas, recordó:
“Pedimos el analítico, pedimos los listados de lo que se debe, y no los mandan. Y después pretenden que aprobemos todo a libro cerrado”.
Para Salinas, el problema excede a cada expediente: responde a una lógica política que —según considera— debilita el rol institucional del Concejo Municipal. “El Concejo tiene que recuperar su rol de control. Controlar al Ejecutivo y legislar. No aprobar todo sin discutir. Y discutir de verdad, con la información sobre la mesa, no a ciegas”, expresó.
Además, cuestionó que el Ejecutivo avance con contrataciones directas para obras financiadas por Provincia sin los procedimientos adecuados: “Se aprueban obras por contratación directa que valen diez veces más que una licitación. Y después, cuando falta plata, el Concejo aprueba la desafectación.”
¿Dónde va el dinero?
También apuntó contra otros ingresos municipales cuyo destino considera poco claro:
• La sexta patente del automotor, que su bloque votó en contra por falta de información sobre su aplicación.
• Los caminos rurales, donde el presupuesto 2026 prevé recaudar 20 millones de pesos pero solo gastar 2.
• La ausencia de previsión presupuestaria para la repavimentación de Juan B. Justo y la obra de calle San Nicolás, obras que —señaló— están largamente postergadas.
“Queremos discutir dónde va la plata. Queremos profundidad. No alcanza con aprobar por aprobar para no generar conflicto”, afirmó y agregó: “Con lo que ya aprobaron, podrían haber hecho obras estructurales”
Salinas fue especialmente crítico al recordar el monto total autorizado este año para afrontar pagos municipales.
“Con los 1.300 millones que aprobaron para que el municipal cobre, ya se podría haber hecho la planta potabilizadora, el camino alternativo o varias obras estructurales. No es un problema de Milei, Cristina o Pullaro. Es un problema de cómo el Ejecutivo administra lo que tiene”, señaló.
Hacia un Concejo “menos automático” y con más debate
El concejal insistió en que su objetivo no es bloquear expedientes, sino lograr que el Concejo recupere su función institucional:
“Si hay que aprobar, aprobemos. Pero aprobemos con información. No a libro cerrado”, remarcó. Y cerró con una advertencia hacia el funcionamiento político local: “Cuando te votan los oficialistas para presidente del Concejo, algún ruido te tiene que hacer. El Concejo no puede ser una escribanía del Ejecutivo”.