A mediados del 2021, se conocieron aproximadamente veinte casos de triquinosis en Arroyo Seco y, si bien desde ese momento se tomaron medidas de prevención y cuidado, nada más se supo de las personas que contrajeron la enfermedad en aquel entonces.
La triquinosis es una enfermedad producida por un parásito con forma de gusano que se encuentra alojado en los músculos de los cerdos y otros animales salvajes. Las personas se contagian de modo accidental, por la ingestión de carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos.
¿Cómo es la vida después de la triquinosis? Este semanario consultó a algunos protagonistas del brote del año pasado y todos coinciden en algo: Nadie más se preocupó por ellos.
Mauricio Bachieca, su esposa y sus tres hijos fueron diagnosticados con triquinosis: “Me llevó más de dos meses incorporarme, parcialmente, a mi trabajo. Los análisis y estudios se repitieron periódicamente por varios meses, hasta llegar a la conclusión de que el parásito estaba inactivo.
Luego vino lo difícil, tratar de retomar la vida normal y darme cuenta de los efectos secundarios: considerable merma física, dolores musculares, en el caso de mis hijos lesiones recurrentes, teniendo que realizar rehabilitación para poder volver a la normalidad”, dijo en relación a las complicaciones físicas.
En cuanto al seguimiento de la Municipalidad expresó: “De parte del municipio sólo se comunicaron las primeras semanas y luego alguna llamada perdida, pero nadie pareció seguir nuestro caso, ni el de nadie. Sólo se limitaron a realizar una pobre campaña con algunos folletos y visitando negocios, siendo que no fueron a la fuente, al responsable, quien actualmente cambió de marca y sigue comercializando”, indicó y pegó duro: “No entiendo qué función cumple la oficina de habilitaciones o la cabina sanitaria si nadie controla nada. ¿Cómo puede el responsable de tamaño daño cambiar de nombre tan fácilmente y seguir en la calle? ¿No pensaron que seguramente hay muchos consumidores que llevan su mercadería sin saber que es la misma que causó el brote? ¿Se habrán enterado que cambió la etiqueta?":
Por otra parte, Mauricio también agradeció a los profesionales que acompañaron su caso y el de toda su familia: “De no haber sido por el compromiso que se tomó la Dra Silvia Maiorano, que siempre estuvo en contacto con nuestra infectóloga (Dra Perrin), y que se encargó de llevar los casos de nuestros chicos, la nuestra pudo haber sido otra historia”.
Hoy en día los tratamientos para la familia Bachieca se terminaron y no es necesario realizar ninguna dieta especial, “lo primordial es no volver a infectarse”, comentó y agregó que a poco más de un año él y su mujer siguen sufriendo las consecuencias físicas “a tal punto que a veces hasta las tareas cotidianas requieren un intervalo para descansar”, sostuvo y explicó que en el caso de los hijos “hoy sufren con mayor facilidad lesiones musculares”.
Para finalizar, Mauricio hizo referencia a la reconocida fábrica de la que consumió un “salamín fresco” con el que contrajo la enfermedad: “De parte del responsable lo único que recibí fueron negativas y evasivas. Supongo que debe ser el temor a algún reclamo económico, cosa que no va a suceder”, concluyó.
También habló una mujer que transitó la enfermedad junto a toda su familia: “El que más tratamiento tuvo fue mi hijo más grande. A él le quedó una urticaria de por vida, tiene que tomar una medicación. Es alérgico y la triquinosis disparó sus síntomas”, manifestó y agregó que el chico de 18 años estuvo medicado durante tres meses por el brote e incluso “tenía que operarse y se tuvo que posponer”.
La mujer dio cuenta que no volvieron a hacerse análisis y que “los cuidados son de por vida”. También expresó que nadie se comunicó con la familia “ni la Municipalidad ni los fabricantes”.
Dos testimonios más se sumaron para contar su experiencia: Por un lado, un joven manifestó que después de la triquinosis no rinde como antes físicamente y hasta debió hacerse estudios del corazón, “está bien pero tiene secuelas”, dijo su papá.
En otro de los casos, un joven contó que no le quedaron secuelas musculares pero sí un problema dermatológico: “De la Municipalidad no me llamó nadie. Nadie se hizo cargo. Nosotros lo seguimos teniendo encima pero quedó en el olvido”.
La fábrica cambió de nombre
Desde el Área de Habilitaciones de la Municipalidad de Arroyo Seco confirmaron que luego del brote de triquinosis en la ciudad, la empresa presuntamente responsable de la elaboración de los embutidos infectados en pocos días habilitó todos sus productos por la intervención de varias áreas del gobierno local: "Tognoli habilitó todos sus productos, se lo ayudó desde la Municipalidad, concretamente intervenimos Perfetto, Spina, Olivé y yo. Todos estuvimos dándole una mano para que pudiera habilitar sus productos y ya de hecho los tiene a todos habilitados", comentó el Dr. Luciano Crosio, Coordinador de Habilitaciones. Además informó que en el momento que sucedieron los hechos “no tenía terminado el trámite de Assal y ahora tiene todo en regla”, aunque previo a esto se decomisó mercadería en diferentes locales de la ciudad.
La fábrica cambió de nombre y el silencio sigue acompañando a los vecinos de Arroyo Seco que fueron diagnosticados con triquinosis en medio de una pandemia. A pesar de la angustia y del dolor, ninguno de ellos reclamó nada con sus palabras en este medio y todos coincidieron en que se siguen sintiendo solos.
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