La iniciativa consistía en una especie de buzón que hace veinte años se colocaron tanto en el recinto del Concejo como de la Municipalidad para que allí cualquier vecino, de manera anónima, pueda denunciar la existencia de algún que otro “kiosco” de venta de estupefacientes.
El autor de este proyecto, replicando la propuesta de otras localidades, fue el ex concejal Carlos Sanchez quien recordó a este medio que nunca funcionó quizás porque no contó con la difusión y promoción suficiente. Es más, apuntó a que en ese entonces, al ser oposición del entonces intendente Pedro Spina, su idea fue muy ninguneada por el espacio gobernante.
Incluso algunos de sus propios colegas desconsideraron la iniciativa; Sanchez trajo a memoria cuando el propio Miguel Angel Coradini, quien hoy sigue en función, se rio del buzón y su finalidad. En ese entonces, de haber funcionado, al abrirse cualquiera denuncia anónima se podía acercar a la Jueza Laura Cosidoy – funcionaria que tenía por entonces buena relación con el cuerpo legislativo local.
La cuestión es que nunca fue utilizado. Las pocas veces que se procedió a abrir, no había nada en su interior. Mucho más delante de su puesta en marcha, el concejal Matias Attoresi había propuesto que se coloquen buzones similares en las plazas donde quizás sí algún que otro vecino se anime a denunciar los kioscos blancos en su barrio. Hoy consultado sobre la idea, el presidente del Concejo lo ve sin sentido ya que en estos espacios públicos hay cámaras y nadie se va a animar a colocar allí una nota sabiendo que lo están filmando.
Por otro lado, en el edificio del Concejo nadie sabe dónde está la llave de este buzón que permanece allí en el recinto ante la mirada atenta de sus empleadas. Solo acumula telarañas. Y en el caso de la Municipalidad, tampoco nunca se ha abierto y ha dejado de estar a disposición. Quizás porque los vecinos tampoco estén interesados o no quiera arriesgarse a hacer estas denuncias, con lo que ello conlleva, o bien, si así lo hicieran, en la actualidad todos saben que se necesitaría de algo similar a un contenedor de residuos para que se coloquen allí las direcciones de dónde se vende droga en la ciudad.
El gobierno local celebró el "Día de la Persona Mayor", pero no fueron más de 30 personas, ya que no cursó invitaciones para los dos centros de jubilados que hay en la ciudad. Organizada por Luciano Martín, a la actividad le faltó impulso y convocatoria que, claramente, parece haber sido selectiva. Nada que ver a lo que fueron los encuentros en General Lagos y Pavón, donde nuestros jubilados sí recibieron invitaciones como corresponde.
Personal de Parques y Paseos realizó una jornada de paro de actividades la semana pasada, en reclamo por la falta de indumentaria para trabajar. Esta área dentro de la secretaría de Obras y Servicios Públicos, está a cargo de Julián Cardo, quien al averiguar el paradero de la indumentaria para destrabar la situación, se dio cuenta que la tenía en su poder Cristian Rojas y nunca la había entregando, generando agrede este conflicto para perjudicar el funcionamiento del este sector que coordina su compañero de gabinete.
La profesional venía reclamando un cargo de provincia desde hacía años o en su defecto un aumento de salario justo, pedido que esta gestión nunca escuchó y hasta ignoró. Ni el director del Hospital N°50, Aníbal Ramos, ni el secretario de Salud, Mariano Athie, abordaron la situación y la ecógrafa del efector renunció porque veía más conveniente prestar el servicio en el privado. Quien terminó resolviendo la problemática fue Carina Gres, que logró derivaciones de más de 50 embarazadas para que puedan continuar con su control. Lo ilógico es que pregonaron el "Mes Rosa" pero la ecógrafa renunció justo en octubre...