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Con más de 50 años de profesión, es uno de los pocos profesionales de la ciudad que atiende sin preguntar quién es o qué obra social tiene. Hombre de perfil bajo, amante del ajedrez, fanático de Racing Club y amigo de sus amigos...
Alberto Andrés Maiorano, médico en extinción.
En una entrevista que le dio a este semanario a fines del 2008, el reconocido médico habló sobre el avance de la medicina: “cambió, se tecnificó, pero el espíritu del médico solidario tiene que existir siempre. Yo siempre digo que el médico tiene que vivir la época que vive, pero siempre tiene que tener una dosis de amateurismo para poder hacer las cosas bien”.
Heredero de una pasión
Alberto recordó la experiencia de haber compartido durante muchos años la medicina con su padre, el recordado Mansueto Maiorano: “Uno heredó es el espíritu de trabajo y el espíritu de sacrificio, porque no hay otra forma de trabajar que no sea con mucha pasión”.
También se refirió a la responsabilidad que asumió al reemplazar al fundador del Sanatorio: “Como todas las cosas que se heredan, hay cosas que son muy buenas y otras que son responsabilidades que a uno le cuesta asumirlas”.
Siempre en el consultorio
Después de 50 años ejerciendo la profesión, Alberto sigue atendiendo a sus pacientes: “Uno se ha acostumbrado a trabajar, porque forma parte de la personalidad de cada uno. No me imagino de ninguna manera sin trabajar, Me imagino estando siempre en el consultorio, permanentemente” asegura.
Director del hospital por un día
Cuando le preguntamos si le hubiese gustado ser Director del Hospital de nuestra ciudad, el médico recuerda: “por un día yo fui director, fue en el año 83” y de inmediato explica: “pero era una época en la que estaba demasiado ocupado y me daba cuenta que no podía cumplir tantas funciones y por eso renuncié en el día”. El médico asegura que su sueño sería que en un hospital, un sanatorio o una clínica se unifique toda la medicina: “si se da algún día sería algo muy bueno, que todas las obras sociales y todas las mutuales sean una sola cosa”.
El futuro
A la hora de hablar de la su hija y natural sucesora en el prestigioso sanatorio con más de 50 años de historia en la ciudad, Maiorano explica: “Los genes se heredan, y Silvia tiene una característica que hemos tenido todos los Maiorano, de cumplir, de estar, de trabajar, de estar siempre al pie del cañón”.
Balance
“Para mi ha sido una experiencia favorable netamente” asegura el Dr. Alberto Maiorano a la hora de hacer un balance de su trayectoria profesional y al culminar agrega: “Yo que siempre recorro permanentemente Arroyo Seco, veo muestras de cariño de la gente y eso para mi es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida”.
