Los habitantes de la remota aldea de Kalachi, al norte de Kazajstán, durante los últimos cuatro años están pareciendo una misteriosa enfermedad de origen desconocido. Al parecer la gente de manera repentina y sin causa aparente cae dormida entrando en un sueño que llega a durar hasta varios días. Los científicos no han encontrado ningún tipo de virus o contaminación en las aguas como inicialmente pensaban pero lo más extraño es que la enfermedad se está expandiendo a pequeñas localidades cercanas habiendo alcanzado ya a un total de seiscientas personas.
La gente que es trasladada y llevada al hospital se siente mareada, incapaz de ponerse en pie, muy cansada y con agudos problemas de memoria e incluso alguno de los afectados habló de vívidas alucinaciones que llegó a padecer.
Se puede afirmar que no existe contagio vírico o bacteriano y tampoco han encontrado ningún producto químico en el suelo o en las aguas que pudiese producir tal enfermedad.
Algunos lugareños piensan que el problema puede venir de una vieja mina de uranio medio abandonada, sin embargo los pocos mineros que quedan extrayendo el uranio no se han visto afectados y los niveles de radiación que se han medido en el pueblo si bien son más altos de lo normal, no superan los límites de seguridad.
Algunas personas piensan que puede deberse a ciertos residuos tóxicos de origen desconocido que fueron enterrados en la zona pero todo el mundo está preocupado porque no encuentran respuesta a esta extraña enfermedad.
Lyubov Belkova fue la primera lugareña que se quedó dormida por esta enfermedad en abril de 2010 y desde entonces hasta la actualidad ha tenido siete episodios similares. Inicialmente se la diagnosticó ictus isquémico pero misteriosamente su vecino comenzó a sufrir los mismos síntomas. Al poco tiempo, docenas de residentes comenzaron a reproducir la enfermedad. Son afectados por igual adultos y niños. En todos ellos se ha encontrado un patrón común: tienen exceso de líquido en el cerebro, como una forma de edema desconocido. Asimismo se ha descartado cualquier forma de meningitis y por supuesto narcolepsia.
¿Quizá estén sometidos a alguna forma de radiación electromagnética que afecta sus cerebros dejando a estos habitantes fuera de combate? Lo desconocemos, pero desde luego el misterio continúa. Si tiene previsto acercarse a Kazajstán, le recomendamos que posponga dicho viaje hasta que se aclare el origen de esta extraña enfermedad, si se puede llamar así.
Tan extendido temor parece estar relacionado con creencias religiosas, mitológicas y leyendas históricas.
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