Según el último registro del Ministerio de Salud de la Nación, en 2011 hubo 5.863 muertes fetales, el 60 por ciento luego de la semana 28, es decir, pasados los siete meses de embarazo.
El conmovedor caso de Laura "Panam" Franco, quien estaba a poco de dar a luz se enteró que su bebé había fallecido, es raro, pero ocurre. Según el último registro del Ministerio de Salud de la Nación, en 2011 hubo 5.863 muertes fetales, el 60 por ciento luego de la semana 28, es decir, pasados los siete meses de embarazo.
"La muerte fetal suele ser el desenlace final de patologías maternas: el feto puede ser impactado, presentar restricción severa del crecimiento, alterar su equilibrio hemodinámico y morir. La preeclampsia, enfermedades por autoinmunidad, fallos renales severos, infecciones agudas, pueden provocar la muerte fetal. Y hay fetos con malformaciones incompatibles con la vida", explicó a diario Clarín Liliana Voto, Directora del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Buenos Aires, y dice que la muerte súbita intrauterina "sucede en una gestación aparentemente normal".
Adolfo Etchegaray, jefe de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Austral, habló de la placenta previa, la que se vuelve insuficiente en alimento y oxígeno o que directamente se desprende.
Karina Fraga, obstetra de Halitus, agregó las complicaciones que generan la hipertensión, la diabetes, la trombofilia. Y del cordón, no por las vueltas, sino cuando se hace nudo o es muy breve. Pero también habló de "fatalidad": "Hay embarazos súpercontrolados con bebés que están creciendo bien, y pasa esto, no se puede prevenir".
Etchegaray habló de la importancia de buenas ecografías en las semanas 12,22 y 32. Y de los estudios metabólicos y genéticos. "Si se identifica una patología materna o fetal se hace un seguimiento minucioso, pero difícilmente se evite en todos los casos la muerte fetal. Ante una enfermedad materna severa, la prioridad es la madre y hay que interrumpir la gestación", dijo Voto.
Es tendencia entre mujeres de clase media y con educación superior. Sus partidarios aseguran que es más saludable para los niños, pero los críticos lo ven como otra forma.
Un nuevo estudio acarrea conclusiones que preocupan: el humo de segunda mano puede afectar al bebé de una futura mamá incluso antes de que ella quedara embarazada.
El estudio fue realizado en 15 países de Europa y América y asegura que el mismo porcentaje de mujeres no dejaría a sus parejas en esa situación. El sondeo determinó, además, que cerca de un 40% de los hombres nunca tuvo una relación con una persona con exceso de peso.