Cómo detectó la policía española el accionar ilícito del grupo

El declive del grupo investigado por mandar a Europa tres contrabandos de cocaína disimulada en bolsas de carbón comenzó hace diez meses cuando el dependiente de un depósito de las afueras de Lisboa, en Portugal, encontró unos extraños paquetes dentro de un saco que sólo debía tener carbón vegetal. Adentro de los envoltorios había 14 kilos de cocaína. Desde el galpón dieron aviso a la Policía Judiciaria de Portugal.

Ese fue el hilo inicial de la madeja que condujo a Patricio Daniel Gorosito, el hombre que construyó las magníficas instalaciones del Club Real Arroyo Seco en 2005, a una prisión de Barcelona. A él lo acusan de ser el logístico de la organización. Y al abogado porteño detenido ayer en Rosario, de estrechos vínculos con él, el financista.

Para localizar este abogado, Carlos Salvatore, a mediados de noviembre la policía chaqueña allanó su domicilio y su estudio jurídico en Capital Federal. No lo ubicaron. Su despacho profesional fue inspeccionado con un veedor del Colegio de Abogados de Buenos Aires. El encargado de seguridad del edificio comentó entonces a los pesquisas que el estudio se había desocupado dos meses antes.

Salvatore, de 53 años, había llegado a Rosario en condición de prófugo hace veinte días. Por las investigaciones tendientes a su captura la policía chaqueña sabía que estaba en preparativos para salir del país con una identidad falsa. Y que para ello había organizado el traspaso de sus asuntos profesionales y sus posesiones.
Once personas. Con la detención de Salvatore son once las personas a las que le jueza federal chaqueña Zunilda Niremperger investiga por contrabando agravado de estupefacientes. Cuatro están en Argentina, dos en España y cinco en Portugal.

En los últimos meses de 2011 un grupo de argentinos había empezado a moverse en la zona del puerto español de Vigo averiguando por locaciones para almacenar mercadería de ultramar. Como no era la primera vez que argentinos interesados en galpones cercanos a ese puerto gallego terminaban contrabandeando droga, los policías españoles pidieron a los dueños de los predios los contactos de esos argentinos, les intervinieron los teléfonos y así empezaron a conocer el plan en marcha.
Supieron que todo lo averiguado se le informaba a una sola persona: Patricio Gorosito. Eso lo convertía, para los investigadores, en el supuesto organizador del proyecto. Pero el grupo terminó optando por entrar las cargas ilícitas por Portugal.

Cuando corrió la noticia de que en el depósito de carbón de Cabanas do Chao (Lisboa) habían aparecido 14 kilos de cocaína, la policía española facilitó a la portuguesa la información que disponía. El cargamento de cocaína lo habían ingresado los mismos argentinos que descartaron utilizar a Vigo como destino. El líder del grupo, al que le reportaban todos los movimientos, residía en Barcelona.

Era según ellos Patricio Gorosito, un empresario dedicado a la compraventa de futbolistas, con campos en Santiago del Estero, y factor del levantamiento del club arroyense transferido en 2008 a Rosario Central. Ahora Gorosito está en libertad bajo caución en Barcelona. La jueza Niremperger pidió su extradición (ver aparte).

El grupo empezó a ser investigado en Argentina por tres contrabandos de cocaína a Europa a partir de información de España. La Comisaría General de Policía Judiciaria avisó, por las interceptaciones telefónicas, que la organización de argentinos había logrado meter 389 kilos de cocaína en Portugal y que tenía un embarque más importante en el puerto de Buenos Aires. Las escuchas dejaron saber el número de contenedor donde iba una carga de carbón. Por eso el 14 de marzo pasado lo abrieron en el puerto porteño. Había 415 kilos de cocaína. Gorosito estaba preso en Barcelona desde el 8 de ese mes.

De Chaco a Iberia. La jueza Niremperger recibió la notificación de que la cocaína se embalaba en Quitilipi, en la empresa Carbón del Litoral SRL que figuraba como exportadora. Y que pasaba allí mismo por el control aduanero. La firma consiguió despachar un tercer cargamento que, ante el alboroto de lo ocurrido, no fue almacenado en puerto. El buque salió de Buenos Aires, amarró en Santos (Brasil) y pasó por el puerto de Amberes, en Bélgica.

Además de Gorosito, en la ciudad española de Las Palmas de Gran Canaria fue detenido otro arroyense que tiene 34 años y que, según su familia, cayó por tener contactos con Gorosito, pero por ser amigo de su hijo. En Portugal están presos Leonardo Prodán, Rolando Di Renzo, Matías Franchetti, Miguel Moreno y Walter González Camaño.
En Chaco dos controladores aduaneros y un despachante de aduana están detenidos. Un dueño de Carbón del Litoral SRL también lo estaba pero murió recientemente.

El primer embarque lanzado por esta compañía llegó a Lisboa el 27 de febrero para la importadora Carbrica Carboes e Madeiras. Las dos empresas habrían sido constituídas para ocultar el contrabando de cocaína. Según la pesquisa policial española, la llegada del cargamento fue controlada por el mismo Gorosito.

El 7 de marzo ese cargamento fue transferido a un depósito en Cabanas do Chao, cerca de Lisboa. Dos miembros del grupo separaron allí el carbón de la droga y salieron en un auto al que la policía portuguesa siguió. En el baúl llevaban 26 paquetes. Dentro del galpón encontraron el resto hasta totalizar 389 kilos. Pocos minutos después Gorosito era detenido en Barcelona.

Demora para la extradición
Patricio Gorosito fue excarcelado bajo caución en España y para ello fijó un domicilio. Poco después la jueza federal Zunilda Niremperger pidió su excarcelación. Agentes de Interpol fueron a su vivienda y no lo encontraron. Enterado de esa visita, Gorosito se presentó al juzgado en España y explicó su ausencia. Esa situación retrasa hasta la fecha la ejecución de la extradición.