El juez de instrucción Nº 9 de Rosario, Javier Beltramone, sostuvo: "Los vecinos pueden manifestarse libremente. Pero ante el primer signo de desmanes, y con la ley en la mano, seremos inflexibles".
El juez de Instrucción Nº 9 de Rosario, Javier Beltramone, ordenó el arresto de un comerciante de 67 años y su hija, señalados como las personas que incitaron a la violencia anoche en General Lagos. Ayer por la noche, un grupo de habitantes de General Lagos reaccionó contra la liberación de un muchacho, quien participó de un accidente de tránsito en el que atropelló y mató a una chica de 23 años. Los vecinos desataron su furia contra la comisaría, contra la casa del presidente comunal y contra la casa del padre del joven.
Tras los desmanes ocasionados ayer por unas 300 personas —según el cálculo policial—, convocaron a una nueva marcha para hoy. Anoticiado de los hechos, el juez de Instrucción Nº 9 de Rosario Javier Beltramone declaró: "Los vecinos pueden manifestarse libremente. Pero ante el primer signo de desmanes, y con la ley en la mano, seremos inflexibles".
Según explicó esta tarde el juez Beltramone, las dos personas detenidas fueron señaladas tanto por el jefe de la comisaría, por el inspector de zona y por cuatro oficiales de policía como instigadores de lo sucedido anoche en General Lagos. "Ni siquiera eran familiares de la víctima, que uno podría entender cierto encono", agregó el juez. Reflexionó además que "tenemos que empezar a comprender que hay que ir sobre los canales institucionales o realizar las protestas en forma más pacífica".
De esta manera, el magistrado anticipó que no tolerará nuevos incidentes como los ocurridos ayer por la noche, cuando un nutrido grupo de vecinos lanzó ladrillazos y causó destrozos en la subcomisaría 13ª con asiento en esta localidad —ubicada a unos 22 kilómetros al sur de Rosario— en rechazo a la liberación de un joven que protagonizó un accidente fatal anteayer en la ruta 21, cuando atropelló y mató con su auto a una chica de 23 años.
El muchacho terminó con lesiones y debió ser atendido en el hospital, pero al darle el alta fue llevado a la seccional policial, a fin de prestar declaración indagatoria por el delito de homicidio culposo. Por orden judicial, ayer recuperó la libertad, noticia que desencadenó la violencia de un grupo de habitantes del lugar.
Pero los vecinos anoche no solo descargaron su bronca contra la comisaría: también ocasionaron graves destrozos en la casa del presidente comunal Oscar Ferri, para luego dirigirse a la casa de los padres del joven acusado. Allí arrojaron ladrillazos e incluso intentaron incendiar la casa, con sus ocupantes en su interior.
Agentes policiales llegaron al lugar y dispersaron a los manifestantes con disparos al aire.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior