El Ministerio de Seguridad de la Nación dispuso llevar a la familia a otro domicilio para preservar su intimidad y estar lejos del acoso de la prensa.
Después de 14 horas de declaración testimonial, la familia de Ángeles Rawson fue trasladada a otro domicilio distinto del de Colegiales para preservar su intimidad y evitar el acoso por parte de la empresa.
Los primeros en retirarse de la vivienda, acompañados por efectivos de la División Homicidios, fueron la abuela y uno de los hermanos de la víctima, María Inés y Juan Cruz, acompañados por un hijo de la mujer.
Minutos después salieron el otro hermano, Jerónimo; su madre, María Elena Aduriz, y su padrastro, Sergio Opatowski, quien, cabe recordar, había sido llevado de imprevisto el viernes a la noche a la fiscalía custodiado por policías federales.
Desde entonces no se tuvieron noticias de los familiares de Ángeles Rawson, que prestaron testimonio en la fiscalía de la doctora María Paula Asaro.
Es más, la guardia periodística que estuvo toda la madrugada de ayer instalada frente al edificio de la familia, en Ravignani 2360, en el barrio de Palermo, jamás advirtió el regreso de alguno de ellos hasta ese inmueble.
Justamente allí, alrededor de las 2.00, continuaban los trabajos de los peritos de la Unidad Tanatológica de la Policía Federal en el interior de Renault Megane patente CVP 039, propiedad del encargado detenido Jorge Mangieri. Poco después, el vehículo fue secuestrado por orden judicial.
Luego se supo que las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación dispusieron llevar a la familia a otro domicilio, cuyo lugar no se reveló, para preservar su intimidad y evitar el acoso de la prensa.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.