La mayor de las chicas venía siendo objeto de vejámenes por el hombre de 37 años, con quien convivían bajo un mismo techo, desde que tenía 9. Un control médico a la víctima dejó al descubierto el caso.
Rosario.- Un hombre de 37 años deberá afrontar un juicio luego de comprobarse que durante años abusó sexualmente de sus hijastras, de 13 y 15, a quienes tenía amenazadas de matar a su padre biológico y a un hermano si contaban algo. Lo acusan del delito de "abuso sexual simple en concurso real y abuso sexual con acceso carnal en forma reiterada, agravado por la convivencia.
Los condicionamientos son diversos y las limitaciones para sacar a la luz tan aberrante sufrimiento opera de manera angustiante, sobre todo cuando las víctimas son niños y conviven con un victimario cuyo rol debiera ser de cuidado y protección, pero que ejerce bajo una opresión constante.
Es el caso de dos hermanas que fueron abusadas en reiteradas oportunidades por su padrastro, con quien convivían bajo un mismo techo con otros cuatro hermanos y la madre. Esta última estaba obligada a ausentarse varias horas al día de la casa por razones laborales (ver aparte).
Durante mucho tiempo los niños quedaron al cuidado de José Luis F. Pero quienes más lo padecieron fueron las nenas S.E., de 15, y M.A., de 13. Sacando provecho de la situación, el hombre abusó de la más grande desde que tenía 9, con acceso carnal, mientras que no alcanzó a cometer semejante acto con la más pequeña, pero la manoseaba y la obligaba a tocarle la zona genital.
La salida a los sufrimientos se dio de manera casi accidental. Ocurrió cuando S.E. llegó a un control médico por vómitos al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. En ese contexto, el médico que la evaluó le hizo varias preguntas y el abuso salió a la superficie.
Apenas lo advirtió, Julia, la madre, se puso en alerta y solicitó ayuda al Centro de Asistencia a la Víctima de Delitos Sexuales (CAVDS). Y el 25 de septiembre de 2012 radicó la denuncia ante el Juzgado de Instrucción Nº 7, a cargo de Juan Andrés Donnola.
El Tribunal ordenó varias medidas tendientes a confirmar la existencia de la aberrante situación. Así, se acumuló el testimonio de las niñas en Cámara Gesell, de la madre, de una hermano mayor e informes psicológicos.
La más grande dijo que "en muchas oportunidades José le sacaba la ropa" y abusaba de ella, algo que transcurría mientras la madre trabajaba o realizaba alguna diligencia.
En tanto, si bien no llegó a sufrir el acceso carnal, la más pequeña también relató que debió atravesar situaciones angustiantes.
Recordó que "hace tiempo que su padrastro tiene actitudes que no son muy buenas, que la tiraba a la cama y la manoseaba", todo ello bajo hostigamientos y amenazas, ya que les advertía que si contaban algo mataría a su padre (vive en Paraguay) y a toda la familia.
La evaluación de las pericias psicológicas sobre el relato de las niñas en la cámara fue contundente. Sobre S.E. dice que tiene "un relato fluido, en cuanto a haber sufrido un acoso sexual constante" de parte de su padrastro. De esos hechos se desprenden "pesadillas y sueños" en los que se visualizaba embarazada, dada la relación directa y traumática.
Respecto de la menor de las niñas, dice que tiene un desarrollo y crecimiento acorde a su edad y que se avergüenza al relatar lo ocurrido.
Para el Tribunal, la responsabilidad penal de José Luis F. quedó probada a través de la imputación de las víctimas (relato minucioso), confirmada en Cámara Gesell, además de otros indicios coincidentes.
"Las víctimas han sido suficientemente contundentes en sus testimonios, que no dejan dudas en los informes psicológicos, en donde cada una de ellas hace un relato absolutamente creíble de cómo eran abusadas y no se desprenden de esos hechos otras motivaciones ajenas que los pudieran poner en duda", refirió Donnola.
En definitiva, el juzgado resolvió remitir a juicio al imputado, sobre el que se dictó el auto de procesamiento por el delito de "abuso sexual simple en concurso real y abuso sexual con acceso carnal en forma reiterada, agravado por la convivencia".
Además, se convirtió su actual detención en prisión preventiva y se le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir los 50 mil pesos.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
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Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.