La nena tiene 11 años y quien la "compró" abusaba sexualmente de ella y la obligaba a trabajar en un taller clandestino. La pequeña confesó que su madre la cambió también por mercadería
Buenos Aires.- Una mujer canjeó a su hija por un freezer, en un episodio que conmueve a la localidad de Bernal Oeste. La menor tiene sólo 11 años y el que la "compró" abusaba sexualmente de ella y la explotaba obligándola a trabajar como una esclava en un taller clandestino.
El drama de la nena comenzó en octubre del año pasado, cuando su mamá, Pabla Cesarina Monzón Aldana, viajó hacia Paraguay a buscarla. Ambas regresaron al país para instalarse en Villa Itatí, uno de los asentamientos más grandes del partido de Quilmes, informó este sábado el diario Crónica.
La mujer le pidió a su hija que trabajara, porque su papá estaba enfermo y ella necesitaba algo más de dinero para mantener la familia compuesta por sus hermanos trillizos.
La situación de la menor se fue agravando cuando Pabla decidió utilizarla como moneda de intercambio. Así fue como, por un freezer y otros mercancías, vendió a la niña a un vecino.
El sujeto, de 30 años, había "adoptado" a la chica como su pareja, abusando de ella y también obligándola a trabajar en una fábrica clandestina de ollas de aluminio.
Un violento hecho ocurrido el pasado domingo en la localidad de Máximo Paz tuvo un desenlace relevante en la tarde de hoy, tras un allanamiento que derivó en la detención del principal sospechoso y el hallazgo de plantas de marihuana en su domicilio.
Ocurrió este domingo a la tarde en el kilómetro 18 de esa traza provincial. En total hay al menos siete personas lesionadas, entre ellas una de mayor gravedad que fue trasladada en helicóptero sanitario al Heca. Intervinieron el Comando Radioeléctrico, varias unidades del Sies y Bomberos de Rosario y otras localidades.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso