"Era domingo y no me pareció que se queden en la comisaría. Las llevé a mi casa. No actuaban como cualquier chico. Entraron y se sentaron. La que tiene 13 años agarró una escoba para ponerse a barrer", dijo David Quijano.
Buenos Aires.- Tres menores de edad fueron rescatadas este fin de semana del horror. Hace un año atrás fueron vendidas por sus respectivas madres a una familia umbanda quienes las esclavizaron, torturaron y abusaron de ellas.
Lograron escapar y pidieron ayuda a una vecina que enseguida las protegió y las puso en contacto con la comisaría. Es ahí donde aparece David Quijano, el oficial principal de la policía bonaerense que apenas tomó contacto con las nenas, no dudó en llevarlas a su casa para darles protección ya que no había cupo en ningún instituto de la zona.
Fue así que el Servicio Zonal de Protección de los Derechos del Niño le otorgó una guarda provisoria a este oficial principal de 33 años, casado y con dos hijas de 4 y 13 años, la misma edad que las nenas secuestradas.
"Las tres están muy lastimadas. La más chica camina de costado porque tiene un golpe muy fuerte en las costillas; vomitó toda la noche. Las otras dos se durmieron enseguida, con Laura, mi mujer", contó Quijano en declaraciones a la prensa.
"No actuaban como cualquier chico. Entraron y se sentaron. La que tiene 13 años agarró una escoba para ponerse a barrer. Le dijimos que no, que tenía que jugar, no trabajar. Se quedaban quietas, como esperando recibir órdenes. A la hora de tomar la leche, se quedaron paradas al lado de la mesa. Les tuvimos que decir que se sentaran y que comieran galletitas, pan con dulce de leche", explicó el oficial.
De inmediato se encariñaron con las tres y ya piensan en un futuro juntos. "Con mi señora vamos a ir a visitarlas. Estamos dispuestos a traerlas los fines de semana para que jueguen con las nenas a adoptarlas. La casa es grande. Si no podemos, igual voy a ir a verlas; no le van a decir que no a alguien que solamente le quiere dar cariño, ¿no?", sostuvo.
Los detenidos fueron identificados como Jorge Ruso y Graciela Ledesma y ambos están acusados de los delitos de "lesiones graves, corrupcion de menores, trata de menoores agravada y reducción a la servidurme", mientras que al hombre se le suma el de "abuso sexual agravado por la situación de convivencia existente por ser las victimas menores de edad".
Dos hermanas de 4 y 13 años, y una tía de ambas también de 13, lograron escapar de la casa donde sus padres las habían dejado hace un año. Lesiones graves, abuso sexual y explotación infantil.