El 60% son en locales que los comercializan. Las bandas irrumpen a mano armada y hasta realizan boquetes; los ladrones se llevan los mejores smartphones, que valen hasta $ 13.000. La venta ilegal llega a $ 30.000.000 mensuales.
El boom de los robos de estéreos a automóviles hace 20 años es hoy el robo a comercios de teléfonos celulares. Esa es la comparación que hacen distintos vendedores de telefonía celular ante la creciente ola de robos en los locales. Según un informe de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (Catema) en el país se roban unos 6000 teléfonos por día y el 60% de ellos corresponde al robo en locales comerciales.
Este tipo de asaltos no duran más de 10 minutos, los delincuentes llegan con bolsos o mochilas y en un parpadeo los llenan de smartphones último modelo. En los robos se llevan hasta los celulares de los vendedores y los aparatos de muestra que son réplicas exactas de los teléfonos, pero no sirven para hacer llamadas. Y se estima que en un plazo de dos o tres horas los delincuentes se desprenden de la mercadería al vender los teléfonos en el mercado negro.
Otra característica de estos robos es que las cajas registradoras de los locales ni las abren, el objetivo es cargar la mayor cantidad de teléfonos en poco tiempo. Los más buscados por los delincuentes en los últimos robos fueron el Samsung Galaxy F5, el Nokia Lumia 1020, el BlackBerry Z10 y el Sony Xperia Z 1. Todos modelos que no bajan de los $ 8000.
Hugo Rolón, presidente de Catema, dijo que en lo que va del año se registró "un fuerte aumento de robos a mano armada en los locales de venta de celulares". Y agregó que no menos de cinco o seis comercios fueron asaltados por semana.
"El valor estimado del negocio que deriva del robo de celulares es de aproximadamente unos $ 30.000.000 mensuales", afirmó Rolón. Según distintas fuentes del sector, esta cifra va en aumento porque existe un inmenso mercado informal ligado al desbloqueo y liberación de equipos.
"En algunos locales de Moreno y San Nicolás los delincuentes han realizado boquetes para llegar a los depósitos, como si fuera un banco", dijo Rolón, quien comentó que en el norte del país, debido a los robos y a la poca venta de equipos, algunos locales han comenzado a cerrar.
Ante los continuos robos, los vendedores han optado por ofrecer distintas alternativas. "Ahora se empezó a hacer venta por pedidos cuando los equipos son muy costosos. También hay proyectos de tiendas virtuales, pero no todos estamos de acuerdo con eso porque a la larga puede ir en contra de nuestro propio negocio", afirmó Rolón.
Las pérdidas que estima Catema por robo a los locales considerando un estándar de 50 teléfonos arrancan de los $ 100.000 o $ 150.000 en adelante.
No importa la zona
Leonardo Rachert es el dueño de seis locales de telefonía móvil, cuatro en Capital, uno en Morón y el restante en Moreno. El empresario aseguró que la situación es la misma en cualquier lugar, no importa la zona, en todos hay asaltos.
El último robo que sufrió fue el pasado 20 de septiembre en su local de Santa Fe y Agüero. Si bien el local se maneja con la puerta cerrada, no fue suficiente. Dos hombres armados entraron en el local con bolsas y se llevaron 48 costos equipos.
Pero las malas noticias siguieron después del robo. Luego del sexto robo que sufrió ese local este año, la empresa aseguradora les mandó una notificación avisándole que ya habían excedido el límite que cubre la póliza por el robo del local. Ahora debían pagar un extra para tener asegurado el local en los tres meses y medio que faltan de 2014.
"Todos los colegas que conozco tienen más valor de siniestros de lo que pagamos de seguro. Si nadie hace nada se va a dejar de asegurar esta actividad", se lamentó Rachert. Además, agregó que en los robos a sus locales si no hubo muertos hasta el momento fue "de casualidad", aunque hubo heridos, tiros y forcejeos.
"Si hay un acuerdo para que se acaben los robos, este problema se termina en 90 días", dijo Rachert. La solución que plantea el empresario es la misma que Catema le planteará la Comisión Nacional de Comunicaciones. Los empresarios buscan que cambien el concepto de "lista negra" actual a "lista blanca".
Actualmente los teléfonos celulares tienen un número de identificación que, al robarlo, los delincuentes lo cambian y lo pueden comercializar porque está apto para su uso. Ahora, quieren modificar ese procedimiento y que sólo puedan estar aptos para la comunicación los teléfonos que la CNC tenga registrados, sin poder crear nuevos códigos de seguridad.
Cristian Ransan, gerente de un local de Movistar en el barrio de Constitución hace unos 15 años, tiene todo filmado. El último robo fue el 16 de septiembre, a las 18.42, cuando el local quedó vacío.
"Entraron dos personas bien vestidas, uno con suéter sobre los hombros, abrieron la puerta con un gran revolver en mano, redujeron a los dos vendedores que estaban adentro y en tres minutos se fueron con 17 costosos equipos", comentó Ransan.
"En 15 años, ésta es la etapa más dura que he vivido comercialmente. Desde 1999 a 2009 hablar de un robo en un local de telefonía era un caso muy puntual, casos aislados y, si sucedían, eran sin violencia. Desde 2009 a esta parte los robos ya son algo cotidiano para nosotros en el sector", dijo Ransan con tono resignado.
En el último asalto del local situado en la calle Lima al 1100, el quinto en lo que va del año, mientras uno de los delincuentes se llevó a los vendedores al depósito para poder cargar los equipos, el otro se quedó de campana en el mostrador y hasta atendió a un cliente al que despachó con habilidad y muy rápido.
Diez robos en lo que va del año
Pablo Álvarez es dueño de diez locales en distintos puntos de la Capital y la provincia de Buenos Aires y en el año ya tuvo 10 robos.
El último fue el jueves 18 de septiembre, apenas abrió el local de Banfield. "Los vendedores estaban abriendo la persiana para empezar el día de trabajo, y dos hombres y una mujer armados los empujaron para adentro y los asaltaron con el local cerrado", dijo Álvarez. A los empleados los maniataron, los encerraron y, según comentaron los trabajadores, los tres ladrones estaban agresivos.
El empresario también tiene locales en Mar del Palta y afirmó que allí "en diez años nunca los habían robado, y 2014 el local que tiene sobre San Martín ya tuvo 3 robos".
"Por mochila te meten 20 cajas, cargan y se llevan a lo loco. Los empleados saben que no tienen que hacerse los héroes y dejar que se lleven todo. Empezamos a trabajar con puerta cerrada, portero, seguridad, pero no vendemos nada, además es muy caro mantener la seguridad privada", afirmó Álvarez.
UN FENÓMENO QUE SE EXTIENDE EN AMÉRICA LATINA
Los países de América latina han entendido que juntos pueden hacer más contra el robo de celulares y su comercialización, un negocio ilegal que mueve más de doce millones de dólares en el mundo y que ya costado muchas vidas, según lo revela un informe de la Interpol. El 58% de los usuarios de celulares en América latina han sido víctimas de robo en 2013, de acuerdo a una encuesta realizada en la región por la empresa eslovena de seguridad informática ESET, según informó la agencia de noticias EFE.
Conforme el Observatorio Hemisférico de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la mayoría de los casos para el robo de celulares, delito del que son víctimas especialmente mujeres y adolescentes, los asaltantes recurren siempre a la violencia. Las bandas delictivas alteran los equipos robados para luego comercializarlos.
A la vanguardia de la región en este tipo de delitos está Guatemala, que se prepara para discutir una dura ley que contempla penas de hasta 15 años de cárcel y multas de más de 25.000 dólares por el robo de estos dispositivos y por su comercialización ilegal.
"Bloquear el celular y deshabilitar el IMEI (identificador internacional del aparato) está bien para desestimular la compra y venta de los equipos robados, aunque es necesario instrumentar acuerdos entre empresas, gobiernos, autoridades y usuarios para enfrentar este fenómeno", agregó Raphael Labaca, de ESET, a la agencia noticiosa EFE.
Ocurrió este domingo a la tarde en el kilómetro 18 de esa traza provincial. En total hay al menos siete personas lesionadas, entre ellas una de mayor gravedad que fue trasladada en helicóptero sanitario al Heca. Intervinieron el Comando Radioeléctrico, varias unidades del Sies y Bomberos de Rosario y otras localidades.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló