Seguinos en Facebook Instagram Twitter
cielo claro cielo claro 15°C

“La provincia no tiene deudas, al contrario, tiene acreencias”

A días de dejar la Casa Gris, el gobernador saliente Antonio Bonfatti trazó un balance de la gestión que inició en 2011.

Imagen de “La provincia no tiene deudas, al contrario, tiene acreencias”

A días de dejar el gobierno para pasar a la Cámara de Diputados, Antonio Bonfatti está convencido de que el país no atraviesa su mejor momento y sostiene que Mauricio Macri “va a tener que tomar medidas en lo económico”. Con el horizonte de una nueva ley de coparticipación, el mandatario socialista repasó en una entrevista con El Ciudadano sus cuatro años de gestión al frente de la provincia: admitió problemas financieros, pero remarcó también algunos logros como los centros de salud y las viviendas ejecutadas con fondos propios.

Bonfatti se va de la Casa Gris con sensaciones encontradas. Como cabeza de la lista de diputados provinciales del Frente Progresista, fue el candidato más votado en las elecciones del 14 de junio (730 mil votos, 150 mil votos más que el gobernador electo Miguel Lifschitz). Su marca en las urnas es un aval a la gestión, pero aún así el gobernador saliente no dejó de remarcar que hay materias pendientes muy importantes, como la seguridad. Según Bonfatti, la violencia creciente no es algo propio de Rosario, ni siquiera de la Argentina: “Es un problema global; estamos en un período de turbulencia de la humanidad”.

Antes de dejar el gobierno en manos de Lifschitz, Bonfatti envió a la Legislatura un proyecto de revalúo de inmuebles rurales, urbanos y suburbanos cuyos valores datan de 1974, con algunas modificaciones entre 1992 y 1993. Además, el presupuesto 2016 incluye aumentos de los impuestos Inmobiliario, Sellos e Ingresos Brutos. Por fuera del presupuesto, también habrá subas de las tarifas de agua y luz. Ajustes que pagan todos por igual pero que inciden más en el bolsillo de los pobres.

A diferencia de su antecesor Hermes Binner, Bonfatti consiguió que en 2012 la Legislatura sancione una moderada reforma tributaria, que para el mandatario ni siquiera llega a ese rango: “Más que reforma tributaria, se hicieron algunos ajustes en impuestos que venían extremadamente atrasados. El Inmobiliario históricamente representaba el 25 por ciento de la recaudación provincial y llegó a bajar hasta el 8 por ciento. Ahora vienen aumentos por inflación, no hay otro tipo de ajuste”.

—¿Por qué no se ha logrado aún un sistema tributario más equitativo?

—Porque no hemos tenido mayoría en la Legislatura en las dos gestiones. Eso impidió que pudiéramos avanzar en hacer justicia contributiva: que los impuestos los paguen los que más tienen.

—También hubo resistencia de empresarios, industriales, productores…

—Pero si hay decisión de un gobierno, hay que llevarlo adelante. Porque después hay que darle respuesta a la gente en sus derechos.

—¿Qué responde a las críticas de la oposición por el manejo de los recursos y el déficit de las cuentas públicas?

—¿Cuál déficit? Si a la provincia le acaban de aumentar la nota para obtener créditos (en alusión al informe de la agencia Fitch Ratings que establece que la confianza crediticia de Santa Fe es de “alto rango”). Tenemos créditos internacionales a largo plazo al 3,5 por ciento en dólares, dimos un incremento salarial de 8.200 millones de pesos este año, el déficit de la Caja de Jubilaciones, que tiene que pagarlo la Nación, es de 2.000 millones; tenemos alguna complicación en este fin de año con sueldos y aguinaldos, que es un problema financiero, no un déficit que genere deudas. La provincia no tiene deudas. Por el contrario, con el fallo de la Corte tenemos más acreencias, además del dinero que nos deben por la Caja de Jubilaciones. A eso hay que sumarle todo lo que hemos hecho sin ayuda de la Nación, como las viviendas.

—¿Cuáles piensa que fueron los logros más importantes de su gobierno?

—Los avances en educación, en salud, agua potable, la transformación de la Justicia y el Plan Abre, que permite un desarrollo equitativo para los barrios de las grandes ciudades. Hemos hecho obras y acciones en toda la provincia y sacamos votos que nos llenan de regocijo en cuanto a la valoración de la población”.

—¿Hubiese querido inaugurar más obras?

—Nos hubiese gustado, pero hay un presupuesto y no es un elástico que se estira infinitamente. Terminar megaobras no es de un día para otro: cinco hospitales de 22 a 24 mil metros cuadrados cada uno; hemos inaugurado 200 mil metros cuadrados de obra pública solamente en salud. Creo que no hay antecedentes en el país de una provincia que haya ejecutado tanto. Además, 275 escuelas, acueductos como el Gran Rosario, el primero en 128 años, la planta de tratamiento de aguas… son muchas obras públicas.

—¿Cuál es la materia pendiente de su gestión?

—Más que de la gestión, de la sociedad en su conjunto. La violencia que se establece entre las personas. Aprender a vivir en paz pareciera que es dificultoso todavía; nosotros apelamos todos los días a la convivencia, a escucharnos y ojalá que este camino lo transitemos con más rapidez.

—¿Se puede frenar la violencia en Rosario?

—Depende de los rosarinos, del conjunto, porque quien se perjudica es la ciudad, el conjunto de sus habitantes. Yo creo que hay una toma de conciencia alrededor de eso; hay organizaciones de la sociedad civil que están trabajando en desmentir esto. Por ejemplo: el delito en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires se ha acrecentado en forma importante. Tiene que ver con una sociedad que ha perdido sus vínculos. Pero no es un problema solamente de la Argentina; es un problema de la humanidad. Y si no, veamos lo que está pasando en Europa, en Medio Oriente: bombas, guerras, ataques. Estamos en un período de turbulencia de la humanidad.

“EL PEOR ERROR DE CFK FUE QUERER AVASALLAR AL OTRO”

Cuando en 2014 Sergio Berni resolvió enviar gendarmes a Rosario, parecía que comenzaba una nueva etapa en la tormentosa relación entre provincia y Nación sobre el abordaje de la seguridad pública. A distancia, el gobernador Antonio Bonfatti confiesa: “Tendríamos que habernos puesto de acuerdo desde mucho antes”.

“Las demandas que nosotros hicimos de fuerzas federales, pero fundamentalmente a la Justicia Federal, llegaron tarde”, se lamentó el mandatario. “Por suerte llegaron. Cuando se trabaja en forma conjunta, se logra más éxito. El narcotráfico es delito federal y es incumbencia de la Justicia federal. No ha habido una política de Estado alrededor del tema de los narcotraficantes y los carteles; se ha dejado que ingresen al país”.

—En 2011, al asumir, ¿imaginaba una mejor relación con la presidenta?

—Ella siempre ha tratado de imponer sus ideas y creo que ese ha sido su peor error: querer avasallar al otro, jugar al amigo-enemigo. Eso en democracia no es factible.

—En el Congreso el socialismo apoyó muchos proyectos del gobierno nacional y aún así la relación no mejoró.

—Es que estábamos convencidos, más allá del tratamiento concreto, de que eran proyectos que coinciden con lo que nosotros creemos: que Aerolíneas, YPF y las jubilaciones estén en manos del Estado. El proceso de desendeudamiento externo, la ley de medios y la reforma de la Corte, son todas cosas que apoyamos porque estamos de acuerdo.

—¿Piensa que con Macri puede haber una mejor relación?

—Es lo que él ha manifestado; esperemos que sea así.

“El fallo facilitará discutir el sistema de coparticipación”

“Todas las detracciones que se hicieron fueron inconstitucionales y así lo entendió la Corte”, evaluó el gobernador Antonio Bonfatti sobre el descuento del 15 por ciento de la coparticipación que la Nación venía realizando sin el consentimiento de Santa Fe desde 2006. Finalmente, el fallo de la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional esa detracción.

Para el mandatario saliente y diputado provincial electo, “esto va a ameritar algo que durante años, décadas, no se hizo; lo que plantea la Constitución del 94 y el fallo de la Corte: rediscutir un nuevo sistema de coparticipación para el país”.

—¿Lo ve posible?

—Los gobernadores se tienen que poner de acuerdo. Mientras no se les detraiga lo que tienen y se establezcan nuevos mecanismos, creo que es factible.

—¿Esperaba que el fallo de la Corte salga antes?

—La verdad que sí. Lo estábamos esperando hace cinco años y medio. Una cautelar, en la Corte, tiene una resolución en cinco o seis meses. Pero pasaron cinco años y medio.

—¿Lo vincula al resultado de las elecciones?

—No sé a qué está vinculado. Lo importante es que se hizo justicia y eso es lo que los santafesinos tenemos que valorar.

Fuente: Diario El Ciudadano

Noticias Relacionadas

Comentar

Archivo de Noticias