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La devolución del IVA en alimentos alcanzará a 600 mil santafesinos

Son los jubilados nacionales que perciben el haber mínimo y beneficiarios de la Asignación por Hijo y el programa Progresar. La iniciativa será enviada la semana próxima al Congreso.

Los recientes aumentos de impuestos llevaron a que elegir bien sea una tarea muy habitual. Foto: Leonardo Vincenti

Los recientes aumentos de impuestos llevaron a que elegir bien sea una tarea muy habitual. Foto: Leonardo Vincenti

El impacto que podría tener en el bolsillo de los consumidores la devolución del impuesto al valor agregado (IVA) en productos de la canasta básica para los sectores sociales de menores recursos anunciada el martes pasado por el presidente Mauricio Macri en el discurso inaugural de la Asamblea Legislativa generó posiciones encontradas. La iniciativa será enviada la semana próxima al Congreso y alcanzará en Santa Fe a unas 600 mil personas, según datos de la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés).

La iniciativa, adelantada después de la devaluación de diciembre pasado por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, prevé el reintegro de 15 puntos del IVA para las compras de alimentos y vestimenta que hagan los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la jubilación mínima y el plan Progresar.

En Santa Fe hay aproximadamente 300 mil jubilados nacionales que cobran la mínima ($4.959 a partir de marzo), 264 mil niños y niñas son beneficiarios de la asignación universal de $966 por mes (son unas 125 mil familias) y 35 mil jóvenes de entre 18 y 24 años perciben 900 pesos mensuales del programa Progresar.

Según algunos cálculos muy preliminares, el impacto que podría alcanzar la devolución del 15% del IVA si estos tres sectores se volcaran a comprar el 80% de sus ingresos con sus tarjetas de débito sería de unos 200 millones de pesos mensuales.

Empresarios y gerentes de firmas mayoristas y de cadenas minoristas locales consultados se mostraron a favor de quitar el IVA de los alimentos, ya que entienden que “todos impuestos indirectos tienen mayor incidencia para los segmentos de población de menores recursos”, apuntó uno de ellos. Según distintos estudios y relevamientos los sectores de menores recursos destinan cerca del 80% de sus ingresos al rubro alimentos.

“Es una decisión acertada”, calificó Juan Marcos Aviano, titular Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), aunque aclaró que “se debe discutir con detenimiento en qué productos y por cuánto tiempo se impedirán aumentos de esos productos para evitar avivadas”.

En cambio, los pequeños comerciantes relevados expresaron sus dudas sobre la iniciativa del gobierno nacional y otros directamente la rechazaron. “No sirve”, sentenció Juan Milito, del Centro de Almaceneros de Rosario. Evaluó que la rebaja del IVA así prevista desfinancie al Estado “y será una transferencia a manos de las 15 empresas formadoras de precio que terminarán absorbiendo esa baja impuestos”. Y sentenció: “Lo que tiene que hacer el gobierno es frenar la estampida inflacionaria, controlar a los formadores de precios y volver a reinstalar el programa de Precios Cuidados”.

En tanto, hay pequeños fabricantes y comerciantes que manifestaron dificultades para su implementación y costos adicionales. “Vamos a tener que hablar con los contadores y seguro que esto demandará una inversión que no sé si a muchos le cerrará los números para poder captar parte de estas compras”, dijo Jorge Vitantonio, vicepresidente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario.
  
Inconveniente. Una de esas inversiones es el posnet. Un problema para muchos pequeños comercios es no tienen esta tecnología y se necesita porque la devolución sólo se acreditará si la persona compra con la tarjeta de débito. Estos equipos no son obligatorios y muchos negocios también los esquivan porque los llevaría, en algunos casos, a blanquear parte de sus ingresos.

Entidades de peso dentro del comercio se resisten y presionan para que no sea obligatorio el uso de este servicio abastecido sólo por las firmas Posnet y Lapos.

El proyecto que circula es una devolución del IVA por medio de la tarjeta de débito. Así, si una persona que realice una compra, de los productos que se incluyan en la canasta, por cada 121 pesos que consuma percibirá una devolución de 15 pesos en su cuenta bancaria. Se reduce a 10,5 pesos si los productos que compró tributan IVA al 10,5%. En el caso de los rubros exentos como la leche se prevé que se incluya algún tipo de mecanismo de compensación.

Un estudio realizado en septiembre del año pasado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) estimó que de cada 100 pesos que los consumidores gastan en alimentos, casi el 40 pesos corresponde a impuestos. En el caso de un producto alimenticio con un IVA al 21% el impacto total de los impuestos alcanza al 44,1% del precio final.

Los antecedentes de iniciativas similares

La reducción o devolución del IVA fue barajada por distintos gobiernos no sólo en Argentina; en algunos países vecinos avanzaron en su reducción. A nivel local, el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, avanzó con una experiencia de reducir 2 puntos pero no prosperó. Después llegó la rebaja de tres puntos de la alícuota del impuesto para las compras que se realicen con tarjetas de crédito hasta un tope de mil pesos por operación. Además, la devolución de 5 puntos que ya regía para las compras con tarjetas de débito fue recientemente prorrogada hasta el 30 de abril junto con el restablecimiento del reintegro de 2,5% del IVA a las compras de combustibles líquidos y gas natural. El beneficio con las de crédito fue posteriormente eliminado.

Fuente: La Capital

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