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La reunión entre las partes de este lunes a la noche acercó posiciones pero no alcanzó para cerrar el conflicto. Monseñor Mollaghan advirtió: "Detrás de esto está la amenaza del delito"
Rosario.- De a poco, las partes inician un acercamiento. Después de un lunes difícil, el gobierno provincial apunta a llegar a un acuerdo con los policías en huelga este mediodía. Este lunes, las conversaciones en la sede rosarina de Gobernación se extendieron hasta la medianoche. El arzobispo de la ciudad, José Luis Mollaghan, que participó del encuentro como mediador, insistió en el diálogo. Sostuvo que el reclamo de los policías es genuino pero hizo hincapié en conseguir que los uniformados comprendan los alcances de la oferta oficial.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el religioso señaló que el trabajo que le tocó no es fácil: puente entre las posiciones en conflicto. Y señaló que ambas partes tienen sus razones pero advirtió sobre el riesgo de no llegar a un consenso.
“Detrás de esto está la amenaza del delito”, llamó la atención y aseguró que si en la ciudad aún no se registraron mayores desmanes, como en otras partes del país, es porque Gendarmería custodia las calles. Sin embargo, para Mollaghan esto no debe ser así: “No quiero que las fuerzas de seguridad tengan que cuidarse mutuamente, sino unidad al conjunto de la sociedad”.
Apuntó, por otro lado, que la situación actual se debe en gran medida a la falta de reconocimiento de los vecinos al trabajo policial y las condiciones laborales de los uniformados “que trabajan 15 horas por día pero el sueldo no les alcanza”.
La medida de fuerza, en todas las plantas del país, comenzó al mediodía del lunes, luego de que la Cámara de Diputados obtuviera quórum para debatir la nueva Ley Bases. Concretamente, los trabajadores aceiteros se oponen a la reforma laboral y a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El gobernador se refirió a los trece autos incendiados, el taxi baleado y las amenazas a colectiveros. “Ante estos ataques es muy difícil que el Estado se pueda adelantar. Pero trabajamos, ponemos recursos a disposición y aseguramos que los responsables siempre terminan cayendo”, sostuvo
