Un grupo de trabajadores señala que ya hubo tres pedidos en ese sentido y que hay un boicot de parte de profesionales. Las denuncias van en la misma dirección que las sospechas que hizo públicas el titular del consejo directivo del histórico centro.
Rosario.- Un sector de los trabajadores del Hospital Italiano denunció que un grupo de médicos busca instalar la idea de que el centro de salud “está cerrado” y que se quedó “sin insumos” ni atención, con el propósito de llevarlo a la quiebra. Las acusaciones van en la misma dirección que los dichos de días atrás del presidente del consejo directivo del histórico centro de salud de la colectividad extranjera en Rosario.
La conflictiva situación financiera que atraviesa el Italiano volvió a poner a un amplio sector de los 497 trabajadores estables (el lugar también emplea a otras 300 personas de forma indirecta, entre médicos y demás profesionales) en alerta por temor a la pérdida de sus puestos laborales.
La semana pasada unos 35 empleados estuvieron en los Tribunales provinciales, en el Juzgado Nº 7 en lo Civil y Comercial, a cargo de Marcelo Quiroga, quien lleva adelante el concurso preventivo de acreedores. Allí le entregaron al magistrado un pedido (firmado por unos 250 empleados) de “compromiso simbólico” para que la Justicia tome las medidas necesarias que eviten el camino de la quiebra.
“Hasta la semana pasada tenía tres pedidos de quiebra. Uno se logró levantar. Nos dijo que le cuesta tener que llegar a ese punto, pero que a veces se tienen que tomar decisiones que no se quieren. Advirtió que todo va a depender de las condiciones objetivas del hospital. Nos sacó el fantasma de que la quiebra podría llegar de inmediato, pero igual aclaró que los pasos son cortos”, explicó María José Ramos, encargada del área de Cocina del hospital, quien encabezó la movida general.
Fundado en 1892 al calor de la colectividad de inmigrantes italianos que arribaba a Rosario, el Italiano –junto al Hospital Español y a sociedades de socorros mutuos– marcaron rumbo durante décadas en la prestación de servicios de salud y sociales comunitarios. La entidad tiene como máxima autoridad a la Sociedad de Beneficencia, que se rige a través de un consejo directivo. La delicada situación financiera que atraviesa la institución esconde tramas que sólo los protagonistas conocen a ciencia cierta. Pero en las últimas horas este sector de los trabajadores y el presidente del consejo coincidieron en salir a cuestionar públicamente a parte de los médicos del hospital.
“Hace más de dos meses los ingresos vienen disminuyendo y se está buscando instalar que el hospital está cerrado y sin insumos. Y eso no es así. Hay una voluntad explícita de llevar esto a la quiebra. Y es un grupo de médicos el que está generando el boicot. Hay esfuerzos evidentes por vaciarlo y quedarse con el hospital”, acusó Ramos.
A fines de agosto la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ), que depende de la Fiscalía de Estado de Santa Fe, resolvió crear una comisión colegiada que también se hiciera cargo del gerenciamiento. Para ese lugar se designaron representantes de la Asociación de Medicina del hospital, el Instituto Universitario, la Asociación Médica de Rosario y representantes del personal. En la práctica, se buscaba establecer un cogobierno entre quienes administran el hospital y un consejo asesor de profesionales y empleados.
“El grupo de médicos que se presentó a través de la Asociación Médica no asumió nunca. Tampoco volvieron trabajar. Así, esa coadministración nunca apareció formalmente. Estos médicos son los que van por todo. Claramente están buscando la quiebra”, insistió Ramos.
Tras eso, contó que en el marco de esa presunta maniobra de “vaciamiento” la semana pasada se dio en el centro de salud una “desagradable” escena. “Doce personas ingresaron a las diez de la noche a sacar aparatología y elementos del servicio de Traumatología. Tuvimos que denunciar el hecho en la comisaría 5ª. Eso fue un hecho más del boicot”, marcó.
Las acusaciones de este sector llegan luego de que semanas atrás se expresara por primera vez públicamente Pablo Melvin, el presidente del consejo directivo del hospital.
Para Melvin también hay una crisis “intencional” producto de un lock out médico. “Eso nos ha llevado a que perdamos cápitas de Pami y afiliados de Italmedic, con el consabido perjuicio económico para que los trabajadores cobren su remuneración. Hace tres meses que un 70 por ciento de los médicos no trabaja y la institución tuvo que traer médicos de otros lugares para cubrir especialidades que no tenía y para tratar de recuperar las cápitas de Pami y otras obras sociales”, dijo en declaraciones al semanario local Cruz del Sur.
Para el directivo hay intención de que “el Italiano termine como el Español, en manos de un grupo de médicos y hoy gerenciado por la Asociación Médica”.
“Quedan muchos juicios laborales pendientes. Tenemos el caso de un médico que planteó una cautelar sin ningún tipo de fundamento y le hicieron lugar por 4,5 millones de pesos. Tuvimos que solucionarlo porque de otra forma no nos liberaban el dinero que necesitábamos para pagar los sueldos”, concluyó Melvin.