Daniel, un oyente de Radio2, hacía más de una hora que estaba varado en Fighiera. Brindó una descripción de una fila interminable de vehículos que no puede avanzar por el agua. Lamentó que el concesionario no avise y siga cobrando el paso
La autopista Rosario-Buenos Aires era un verdadero río a la altura de Ramallo, en el kilómetro 208 y en San Nicolás, en el kilómetro 231, donde había interrupciones de tránsito. Sin embargo, según denunciaron varios automovilistas, el peaje de Cincovial continuaba cobrando peaje y los vehículos pasaban a pesar de que a los pocos kilómetros el tránsito no era posible debido a la gran cantidad de agua en la traza.
Daniel partió desde Rosario esta mañana. Según contó a los periodistas Ciro Seisas y Hernán Funes en A Diario (Radio 2), le advirtió al empleado de la casilla de peaje que no estaban avisando de la situación. Como respuesta, el muchacho le señaló un cartel. “Eso y nada era lo mismo”, señaló. Pagó y siguió viaje. Pero no logró avanzar demasiado.
En Fighiera ya no pudo continuar viaje. Hacía una hora que esperaba adelantarse cuando decidió comunicarse con la emisora. “Al menos ustedes me escuchan”, ironizó. “El camino para Buenos Aires es infernal, la cola lleva más de una hora y en poco va a llegar al mismo peaje, no hay salidas alternativas. Espero que a algún iluminado se le ocurra destrabar este caos”, agregó.
El Estado local y la empresa encargada de esta obra histórica para la comunidad, encabezaron un encuentro con vecinos de la localidad para explicar el avance de los trabajos que determinarán la tan ansiada llegada del gas natural a Albarellos.