Una encuesta de la Universidad de Birmingham sostiene que ser infiel coloca a una persona bajo gran presión, lo que da pie a una mayor actividad física para intentar ocultar la relación paralela.
Según un estudio, más del 50 por ciento de los hombres y el 62 por ciento de las mujeres que han sido infieles manifestaron haber perdido kilos mientras mantenían la relación paralela. En ese sentido, un hombre puede perder en promedio 2.72 kg, mientras que las mujeres pueden llegar a bajar 4.5 kilos durante el periodo en el que engañaron a sus parejas.
El estrés, la adrenalina y al aumento de actividad física que implica tener una aventura fuera del matrimonio o el noviazgo tradicional serían las causas de la tendencia reductora.
Craig Jackson, profesor de Psicología de la Universidad de Birmingham en Reino Unido, explica que ser infiel coloca a una persona bajo gran presión, lo que da pie a la generación de un gran estrés. “Al parecer la tensión, ansiedad, angustia, fatiga y agotamiento por tratar de mantener el secreto resultan más eficaces que cualquier régimen reductivo o rutina de ejercicio”, indicó.
Aunque la intención de la encuesta no sea la de promover la infidelidad como una herramienta clave para bajar de peso, si expone de manera clara que el estrés es uno de los ingredientes para perder unos kilos de más.
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