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El 2 de febrero, un incendio causado por un cortocircuito provocó la perdida casi total de una empresa que se dedica al procesado de pescado. La pequeña planta se ubicaba en el ingreso al barrio Costa de Paraná y se supo que funcionaba desde el año pasado solo con una habilitación comunal provisoria.
El funcionamiento de este frigorífico comenzó a generar polémica en julio del año pasado, cuando los propios vecinos del barrio denunciaban la actividad comercial desarrollada en ese espacio con olores nauseabundos, ruidos molestos y presencia de residuos arrojados a cielo abierto. Por entonces, la Comuna informó que el emprendimiento no contaba con ningún tipo de habilitación.
Allí fue cuando las autoridades confirmaron que la empresa fue multada por haber operado hasta allí sin permiso alguno y contó con un permiso provisorio de 45 días para completar lo que le restaba de documentación. Así lo confirmó el doctor Alejandro Stangoni, responsable del Tribunal de Faltas Comunal, “se les notificó previamente, citándolos para derecho de defensa. Se los citó con un plazo mínimo y máximo”. El profesional indicó que posteriormente, cumplido ese plazo la empresa solicitó un cuarto intermedio para completar lo faltante.
Ese cuarto intermedio se extendió hasta la fecha, pese a que el incendio de principio de mes dañó casi la totalidad del edificio que generaba diferentes reclamos y oposición especialmente de parte de los lugareños. Stangoni confirmó que la empresa aun no presentó los estudios de impacto ambiental, aunque explicó que muchas industrias de la provincia se encuentran en la misma situación dada la falta de técnicos que realicen esa revisión oficial.
Y allegados de la compañía indicaron, no obstante, que se encuentran en una etapa de reacomodamiento y reacondicionado de la planta para volver a operar.
