Homenajes, trayectorias y controversias: el debate que dejó la despedida de año de Bomberos Voluntarios

El pasado fin de semana, la Asociación Bomberos Voluntarios de Arroyo Seco llevó adelante su tradicional despedida de año en familia, un evento que tuvo lugar en el cuartel local y que reunió a integrantes del Cuerpo Activo, autoridades de la institución, familiares y allegados.

La jornada estuvo marcada por momentos de fuerte carga emotiva, palabras alusivas, reconocimientos, ascensos, la incorporación de nuevos bomberos y un balance de los 45 años de vida institucional de la entidad. Durante la cena, que fue multitudinaria, se entregaron distinciones al presentismo, a la asistencia a emergencias, a la formación y al compañerismo, además de anunciarse ascensos jerárquicos y la incorporación oficial de nuevos integrantes al Cuerpo Activo. También se realizó un sorteo
entre los bomberos, y se destacó el acompañamiento de distintas instituciones y entidades que colaboran habitualmente con la asociación.

Sin embargo, uno de los momentos que mayor repercusión generó fue el homenaje realizado a dos integrantes históricos de la institución: el Comandante Rodolfo Barducci y el Comandante Mayor Adrián Filleaudeau. Ambos cumplirán 60 años durante el próximo año y transitan su último período de servicio activo dentro del cuerpo, motivo por el cual la Comisión Directiva resolvió reconocerlos en vida mediante el nombramiento de dos espacios del cuartel con sus nombres. En concreto, la sala de máquinas y el vestuario masculino pasaron a llevar sus respectivas denominaciones, acompañadas por la colocación de plaquetas conmemorativas.

Desde la institución se destacó la extensa trayectoria de ambos dentro del cuartel, su participación en innumerables intervenciones y el camino recorrido durante décadas de servicio voluntario. No obstante, estos homenajes abrieron un debate que excede lo estrictamente operativo y que remite a la dimensión institucional y pública que conlleva el reconocimiento a figuras de referencia dentro de una entidad de profundo arraigo comunitario.

En ese sentido, distintas voces señalaron que, más allá del servicio prestado como bomberos voluntarios, quienes reciben este tipo de homenajes deberían contar con un recorrido público exento de situaciones controvertidas o, al menos, no haber quedado involucrados en episodios que generaron denuncias y cuestionamientos en el pasado.

En el caso de Adrián Filleaudeau, existe un antecedente público que data de diciembre de 2022, cuando este medio informó sobre una denuncia por maltrato laboral presentada por una empleada municipal del área de Reclamos. Según se expuso en aquel momento, la denunciante relató situaciones de hostigamiento y agresiones verbales que motivaron la intervención de distintas áreas, el seguimiento del caso por parte de profesionales y la adopción de medidas judiciales, entre ellas una restricción perimetral dictada durante la gestión del ex intendente Nizar Esper.

La propia denunciante afirmó posteriormente que el caso tuvo seguimiento institucional y judicial, que debió prestar declaración en Rosario acompañada de testigos y que, desde entonces, no volvió a cruzarse con Filleaudeau en el ámbito laboral.

Por otra parte, Rodolfo Barducci también se vio involucrado en un episodio que tomó estado público el 3 de abril de 2016, cuando se desempeñaba como responsable de Protección Civil municipal. Ese día, en un incidente vial ocurrido en la vía pública, se produjo un conflicto entre el hijo de Barducci —quien también era bombero— y una mujer que trabaja como remisera.

Según las denuncias radicadas, tras un roce vehicular que debía resolverse mediante el intercambio de documentación, la situación derivó en un hecho de violencia física contra el titular del vehículo remis, Sergio Petri, quien aseguró haber recibido un cabezazo de parte de Ivo Barducci sin mediar palabra. La conductora del remis y Petri realizaron las denuncias correspondientes, las cuales también fueron presentadas ante el cuartel de bomberos, sin que —según relataron— fueran convocados posteriormente para dar su versión de los hechos.

Aquel episodio generó una fuerte controversia, no solo por el hecho en sí, sino también por la actuación de funcionarios presentes y por la posterior continuidad de Barducci dentro del ámbito municipal, donde incluso volvió a ocupar cargos jerárquicos tras su salida inicial de Protección Civil.

Cabe aclarar que en ninguno de estos casos se pone en discusión el desempeño operativo de ambos dentro del cuartel ni su participación en intervenciones de emergencia a lo largo de los años. Sin embargo, el reconocimiento institucional mediante homenajes permanentes reavivó el debate sobre los criterios que deberían regir este tipo de distinciones, especialmente en instituciones que cumplen un rol social clave y que se sostienen sobre valores como la honorabilidad, la confianza pública y el ejemplo hacia las nuevas generaciones.

La despedida de año dejó así un balance dual: por un lado, el legítimo orgullo por el camino recorrido por Bomberos Voluntarios de Arroyo Seco, el crecimiento del cuerpo, la incorporación de nuevos integrantes y el fortalecimiento institucional; por otro, la apertura de un debate necesario sobre la integralidad de los homenajes, la memoria institucional y la coherencia entre el reconocimiento público y los antecedentes que forman parte de la historia reciente de la ciudad.