En la mañana del jueves, un grupo de vecinos de Pueblo Esther se congregó en el Concejo Deliberante con el propósito de expresar su preocupación y solicitar la intervención de los legisladores para evitar la realización de la tradicional celebración de navidad y año nuevo en la Plaza del Tanque, un espacio público ubicado en la intersección de San Martín y Ecuador.
Esta festividad anual, organizada por jóvenes locales, ha sido motivo de malestar para los residentes cercanos debido al excesivo consumo de alcohol, la música a alto volumen a altas horas de la madrugada y comportamientos inapropiados que afectan a los frentistas. Según testimonios, la plaza se convierte en escenario de diversas escenas incómodas, incluyendo actos insalubres en espacios públicos.
Para la fiesta de año nuevo, la situación alcanzó un punto crítico cuando una pelea entre jóvenes desembocó, a posterior, en una vivienda particular, resultando en lesiones graves, incluida la fractura de maxilar de uno de los involucrados. Este incidente, sumado a las demás circunstancias anteriormente citadas, impulsó a los vecinos a buscar medidas preventivas para evitar consecuencias más severas en futuras celebraciones.
Los vecinos no solo solicitan la intervención del municipio para frenar este evento, sino que también instan a los concejales a tomar medidas concretas al respecto.
En declaraciones brindadas en los primeros días de este año a un medio rosarino, luego de los graves incidentes en la última celebración, el intendente Martín Gherardi afirmó que la municipalidad no está involucrada en la organización de la fiesta, aunque admitió que se envían fuerzas de seguridad y la CAU para prevenir incidentes.
El Intendente y la directora de Desarrollo Social, la semana pasada, firmaron con el ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, un convenio para recibir fondos que permitan fortalecer el área de la Mujer, Género y Diversidad, que parece funcionar en ciertos casos, menos cuando se trata de actuar en un episodio de supuesto maltrato hacia una empleada municipal por parte de un miembro del nutrido y extenso gabinete.
El profesional que había sido llamado al principio de la gestión de Daniel Tonelli y había dejado por diversas cuestiones, ahora sí ya trabaja oficialmente en la secretaría de Salud, apuntado claro está al sector de Zoonosis. Lo hace en carácter de monotributista.
El hijo de Adriana Farroni, que está en Obras Públicas, maltrató a Laura Sánchez, empleada municipal de carrera, y desde el Gobierno de Daniel Tonelli ni del área de la Mujer local "le llamaron la atención". Además, ya había tenido un altercado fuerte con Gustavo De Lorenzi, y todo sigue igual. Ser "hijo de" evidencia los beneficios y la falta de tacto de un gobierno que no lo tiene en casi nada.