El engaño puede comenzar cuando alguien envía un correo electrónico o un mensaje de texto sin el conocimiento de sus parejas, según los resultados de una encuesta. Para vos, ¿cuál es la línea que no conviene atravesar?
El portal CNN en español publicó una encuesta en Facebook preguntando a su lectores dónde comienza la línea de infidelidad. ¿Inicia al fantasear, coquetear, comunicarse en Internet, abrazarse, besarse o tener relaciones sexuales?
Recibieron más de 2.000 respuestas y, al cierre, la mayoría de los encuestados dijo que uno puede engañar sin tener contacto físico. En general, colocaron mucho poder en el aspecto mental del amor.
Los resultados, uno por uno
* El 47% de los lectores afirmó que la infidelidad puede comenzar cuando las personas envían correos electrónicos y mensajes de texto sin el conocimiento de sus parejas.
* Tener relaciones sexuales fue la segunda elección más popular, pero solo obtuvo el 20% de los votos.
* Otras formas de contacto como besarse (13%) y abrazarse (menos de 1%) fueron seleccionadas en menor frecuencia.
* El 11% de los participantes señaló al comportamiento de coqueteo como punto inicial.
* Las fantasías obtuvieron el 8% de los votos en la encuesta.
“Creo que andar a escondidas y mentir lo hace una infidelidad tanto como el sexo”, opinó una lectora, Jean Timmels. “Besarse, per se, no significa nada”, agregó Michael Wilson. “La infidelidad empieza cuando pensás en eso”, dijo Belinda Lipscomb, “porque a donde van tus pensamientos, pronto irán tus acciones”.
¿Estás de acuerdo con los resultados? ¿Dónde pensás que comienza la infidelidad?
Es tendencia entre mujeres de clase media y con educación superior. Sus partidarios aseguran que es más saludable para los niños, pero los críticos lo ven como otra forma.
Un nuevo estudio acarrea conclusiones que preocupan: el humo de segunda mano puede afectar al bebé de una futura mamá incluso antes de que ella quedara embarazada.
El estudio fue realizado en 15 países de Europa y América y asegura que el mismo porcentaje de mujeres no dejaría a sus parejas en esa situación. El sondeo determinó, además, que cerca de un 40% de los hombres nunca tuvo una relación con una persona con exceso de peso.