Cuidar la silueta puede traer problemas con los agentes de tránsito. Enterate por qué.
Cuando tomamos bebidas espirituosas, no es siempre la misma concentración alcohólica la que se expresa en nuestro organismo y se puede detectar mediante un análisis. Esto es fundamental a la hora de enfrentar a los agentes de tránsito que realizan los exámenes de alcoholemia.
La concentración de alcohol en nuestro cuerpo depende de varios factores: por ejemplo, si bebemos con el estómago lleno la tasa de alcoholemia resulta más baja que si lo hacemos con el estómago vacío. Esto es algo que casi todo el mundo sabe. Pero lo que acaban de descubrir en la Universidad de Kentucky del Norte, en Estados Unidos, es algo nuevo: tomar alcohol mezclado con bebidas light o bajas en calorías (es decir, con edulcorantes artificiales) eleva la concentración de alcohol en nuestro aliento, en comparación a si preparamos los tragos con bebidas azucaradas.
Una de las profesionales a cargo del estudio, Cecile A. Marczinski, detalló que son las mujeres las que con mayor frecuencia tienden a combinar gaseosas bajas en calorías con ron, whisky o vodka. Según apunta en su artículo, publicado en Alcoholism: Clinical & Experimental Research, las bebidas que contienen azúcar retrasan el vaciado del estómago y ralentizan la absorción de alcohol hacia la sangre.
Es tendencia entre mujeres de clase media y con educación superior. Sus partidarios aseguran que es más saludable para los niños, pero los críticos lo ven como otra forma.
Un nuevo estudio acarrea conclusiones que preocupan: el humo de segunda mano puede afectar al bebé de una futura mamá incluso antes de que ella quedara embarazada.
El estudio fue realizado en 15 países de Europa y América y asegura que el mismo porcentaje de mujeres no dejaría a sus parejas en esa situación. El sondeo determinó, además, que cerca de un 40% de los hombres nunca tuvo una relación con una persona con exceso de peso.