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Calor en casa, frío en la calle... ¿Enemigos del asma?

Las crisis de asma aumentan en otoño e invierno. Se deben, en gran parte, a la diferencia de temperatura entre los interiores y los exteriores. Consejos para estar protegidos.

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En otoño e invierno se exacerba el asma. En gran parte se debe a las virosis respiratorias, que pueden causar una crisis en las personas que padecen la enfermedad, sobre todo en los niños.

Algunos factores perjudiciales son:

* La respiración de aire frío y muy húmedo o muy seco.

* La falta de calefacción en las zonas frías de la casa.

* La calefacción excesiva, que disminuye la humedad relativa del aire.

* Los cambios bruscos por salir de lugares calefaccionados al exterior sin suficiente abrigo. Los bronquios son muy sensibles a las diferencias de temperatura.

La situación empeora si la persona tiene también una rinitis, ya que el aire que llega a los pulmones a través de la nariz se filtra de sustancias contaminantes y de alérgenos.

¿Cómo podemos defendernos?

- Respirar por la nariz. Si hay obstrucción nasal, es conveniente usar una bufanda que cubra la boca y la nariz. Hay que respirar a través de ella o respirar con la boca entreabierta, con la lengua hacia el paladar. Al ser la lengua un órgano con mucha sangre, el aire que se filtra a través de ella adquiere la temperatura y la humedad adecuadas.

- Evitar el exceso de calefacción y, al salir a la calle, llevar abrigos. Es importante sacarse las camperas o tapados al entrar nuevamente a un lugar calefaccionado.

- Evitar pasar mucho tiempo en lugares cerrados, con escasa ventilación o con presencia de muchas personas. Posibilitan la aparición de infecciones respiratorias bacterianas y virósicas.

- No abusar de los humidificadores. Aumentan el grado de humedad relativa del aire de la habitación. Unidos a la temperatura alta de la calefacción, hacen que la cama, las cortinas y las alfombras atraigan hongos.

- Evitar los cambios bruscos de temperatura. Se necesita un tiempo para que el bronquio se adapte a las nuevas condiciones de clima y de humedad.

- Realizar actividades físico-deportivas. Hay que practicarlas siempre con control médico.

Por Natalio Salmún, presidente de la Fundación para el estudio del asma y otras enfermedades alérgicas (FUNDALER).

Fuente: Entre Mujeres

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